México tiene una menor tasa arancelaria efectiva en comparación con Canadá y China en las aduanas de Estados Unidos, de acuerdo con datos del Laboratorio de Presupuesto de Yale al 6 de agosto de 2025.
La tasa arancelaria efectiva mide el porcentaje real que un país paga por aranceles en relación con el valor total de sus importaciones. Refleja el impacto directo de los impuestos aduaneros sobre la economía y el comercio.
Tasa arancelaria efectiva de México
Para tomar en cuenta: el Laboratorio de Presupuesto de Yale es un centro de investigación política no partidista. Analiza propuestas de política federal en Estados Unidos, evaluando impactos fiscales, macroeconómicos y sobre la distribución del ingreso, aportando claridad donde las metodologías tradicionales son limitadas.
La tasa que cobran las aduanas estadounidenses a México es de 10.6%, menor a la correspondiente a Canadá (13.1%) y China (27.9 por ciento). En cuanto al resto del mundo, el promedio de esta tasa es de 15.6 por ciento.
Nuevo orden comercial
El 31 de julio de 2025, Trump firmó una orden ejecutiva en la que estableció aranceles recíprocos de 10 a 41% sobre productos importados desde 69 países. La medida entró en vigor el 7 de agosto.
A su vez, Canadá enfrenta una tarifa del 35% desde el 1 de agosto. Aplica a todos los productos que no cumplan con el T-MEC. México, en cambio, obtuvo una prórroga de 90 días. Durante este periodo, los aranceles actuales se mantienen, retrasando el incremento al 30 por ciento.
A mediados de abril, los aranceles promedio entre Estados Unidos y China eran de 164 y 146%, sin considerar exenciones. Tras negociaciones, se redujeron a 49 y 31% en mayo. Después, ambos países acordaron una tasa de 10% por dos periodos seguidos de 90 días adicionales.
También se mantienen aranceles de 25 % a automóviles y autopartes, y 50 % sobre acero, aluminio y cobre.
Comce
Para Sergio Contreras, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), la tasa arancelaria efectiva de México indica que las condiciones actuales, lejos de frenar la economía nacional, podrían favorecerle, gracias a su posición en la cadena productiva regional y a las preferencias del T-MEC.