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Industria

Sector automotriz: perspectiva de la Coface

Las perspectivas globales para 2023 del sector automotriz siguen siendo negativas, según la aseguradora de crédito francesa Coface, quien también ofrece servicios de recobro de deudas, factoring e información comercial, entre otros.

Factoring es un negocio atípico y complejo con características específicas en el comercio internacional, a través del cual sociedades y empresarios ceden o transmiten sus créditos comerciales para descontar riesgos o financiar sus actividades comerciales.

Para la Coface, 2022 ha confirmado las dificultades estructurales a las que se enfrenta el sector automotriz desde hace varios años, a las que se han sumado una coyuntura económica aletargada, el endurecimiento monetario de los bancos centrales y el encarecimiento de la energía.

Este contexto macroeconómico ha tenido un gran impacto en el sector.

La Coface prevé que esta situación continúe en 2023, limitando la producción manufacturera (fabricantes de equipos, fabricantes de automóviles), así como el consumo de los hogares y las redes de distribución.

Sector automotriz

Más allá de las perturbaciones logísticas, el sector se enfrenta a grandes retos estructurales, el más importante de los cuales es la transición hacia un transporte con bajas emisiones de carbono.

La industria automovilística en su conjunto es un importante vector de innovación.

Por ejemplo, en Europa representa 32% (2021) del gasto en I+D, frente a 17% de los productos farmacéuticos, aunque la tendencia ha sido a la baja desde 2017.

La descarbonización del sector del automóvil adopta varias formas: reglamentaria/industrial en Europa, donde se prohibirá la producción de vehículos con motor de combustión a partir de 2035; tecnológica en Asia, donde China tiene una casi hegemonía sobre la industria del litio (el litio es esencial para la fabricación de baterías de iones de litio); y geopolítica en Estados Unidos, donde la Ley de Reducción de la Inflación restringe las subvenciones para la compra de vehículos eléctricos, a los producidos en suelo norteamericano.

La transición energética del sector ha sacado a la luz la competencia mundial entre fabricantes, pero también las relaciones de poder existentes en las cadenas de valor verticales, sobre todo entre fabricantes y redes de distribución.

De hecho, el Salón del Automóvil de París de octubre de 2022 dio una idea de la emergencia de los fabricantes chinos y de sus esfuerzos en el segmento de los vehículos eléctricos.

En segundo lugar, los fabricantes de automóviles aumentan constantemente la presión sobre las partes anteriores y posteriores de la cadena de valor.

Su rentabilidad está mejorando en parte reduciendo los márgenes de los subcontratistas.

 

Redacción Opportimes

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