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Mercados

Pandemia: riesgos para la economía de México en 2020 según Banxico

El Banco de México (Banxico) indicó que aún se desconocen las afectaciones más duraderas ocasionadas por la pandemia de Covid-19, y existe el riesgo de rebrotes que impliquen mayores medidas de contención.

Luego de la fuerte contracción de la actividad económica registrada en abril y mayo como resultado de la pandemia y las medidas para hacerle frente, desde junio la economía mexicana se ha recuperado como resultado de la reanudación de la actividad productiva en diversos sectores y de una reactivación de la demanda, especialmente la externa.

Banxico es el banco central de México. Sus funciones y administración se rigen por el artículo 28 de la Constitución, según lo regulan las disposiciones de la Ley del Banco de México.

El principal objetivo del Banco de México es proporcionar a la economía del país la moneda nacional, el peso.

Al perseguir este propósito, su objetivo primordial es buscar la estabilidad del poder adquisitivo del peso.

“No obstante, permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia y persiste una marcada incertidumbre respecto de la evolución futura de la economía, toda vez que la pandemia sigue en curso, persisten restricciones sobre la operación de varias actividades, aún se desconocen las afectaciones más duraderas ocasionadas por la emergencia sanitaria, y existe el riesgo de rebrotes que impliquen mayores medidas de contención”, dijo en su Informe trimestral julio-septiembre de 2020, difundido este miércoles.

PIB y contexto

Según el Informe, hacia delante, tal como en otros países, la recuperación de la economía mexicana dependerá de la evolución que presenten los distintos componentes de la demanda agregada y de los retos que enfrente cada sector productivo.

Durante la mayor parte del tercer trimestre del año los mercados financieros nacionales presentaron un comportamiento positivo.

Si bien estuvieron sujetos a episodios de volatilidad a partir de mediados de septiembre, estos han sido más acotados que los registrados en marzo y abril.

Así, durante la segunda mitad de septiembre la cotización del peso mexicano se depreció y las tasas de interés de mayor plazo y primas de riesgo mostraron aumentos.

Ello estuvo asociado con la volatilidad financiera internacional, que se ha moderado recientemente.

Hacia finales del periodo que se reporta las tasas de interés de mayor plazo disminuyeron y el peso se apreció.

Riesgos

Hacia delante, no pueden descartarse nuevos episodios de aversión al riesgo y volatilidad, lo cual dependerá de la evolución de la pandemia, así como de otros factores de riesgo idiosincrásicos y externos.

La inflación en México aumentó en el tercer trimestre de 2020 respecto al trimestre previo.

Después de haberse ubicado en un nivel particularmente bajo de 2.15% en abril, la inflación general anual pasó de un promedio de 2.77% en el segundo trimestre a 3.90% en el trimestre de referencia y registró 3.43% en la primera quincena de noviembre.

El comportamiento al alza de la inflación general en el tercer trimestre se debió tanto a la evolución del componente subyacente, como a un importante aumento de la no subyacente.

Al interior del componente subyacente se registraron presiones al alza en los precios de las mercancías, las cuales superaron las presiones a la baja en los precios de los servicios.

Esta recomposición al interior de la inflación subyacente reflejó los efectos de la pandemia sobre los patrones de consumo de los hogares, aunado a los efectos de choques de oferta y de la depreciación del tipo de cambio.

No obstante, desde agosto se han venido moderando algunos de los choques que habían presionado al alza a la inflación subyacente, al tiempo que en la primera quincena de noviembre las ofertas de “El Buen Fin” influyeron en que esta presentara una marcada reducción.

En cuanto a la inflación no subyacente, su comportamiento ha estado determinado, en buena medida, por la evolución de los precios de los energéticos, a su vez reflejo de la dinámica de las referencias internacionales.

Pandemia

Durante 2020, Covid-19 implicó choques que afectaron a todos los países de manera generalizada, teniendo repercusiones sobre la actividad económica, la inflación y las condiciones financieras globales.

Así, después de una profunda contracción económica mundial en el segundo trimestre, se comenzó a observar una recuperación durante el tercer trimestre del año, principalmente ante la reapertura de diversas actividades productivas.

Dicha recuperación ha sido parcial y persiste una elevada incertidumbre sobre el ritmo que tendrá en los próximos trimestres, el cual dependerá, entre otros factores, de la evolución misma de la pandemia y del comportamiento que presenten los diferentes componentes de la demanda agregada y sectores.

Después del episodio de elevada aversión al riesgo global en marzo y abril, los mercados financieros han mejorado, aunque han seguido sujetos a periodos de volatilidad, si bien más acotada, y persisten riesgos importantes.

Este contexto presenta retos significativos para la economía mexicana, su recuperación, la evolución del mercado laboral y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica y del sistema financiero.

En este entorno complejo, el Banco de México ha buscado conducir la política monetaria de manera oportuna y prudente, procurando mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional.

Adicionalmente, se adoptaron diversas medidas acordes con sus finalidades de promover el sano desarrollo del sistema financiero y el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.

Profundizando en el entorno internacional que México ha enfrentado durante el periodo que cubre este Informe, la información disponible sugiere que el proceso referido de recuperación de la actividad económica mundial ha sido heterogéneo entre países y, recientemente, ha procedido a un ritmo menor al observado entre mayo y junio.

El mundo

Así, la economía global está aún lejos de alcanzar los niveles de actividad previos a la pandemia y existe el riesgo de que la recuperación se vea obstaculizada por nuevas medidas de confinamiento.

Esto se ha presentado recientemente en diversos países, como algunos europeos y Estados Unidos, entre otros, ante los rebrotes en el número de contagios.

En este contexto, los pronósticos de crecimiento de organismos multilaterales siguen anticipando una fuerte contracción del PIB para 2020, si bien fueron revisados al alza durante el periodo que cubre este Informe ya que la contracción fue menor a la anticipada en el segundo trimestre.

Las expectativas para 2021 continúan previendo una gradual recuperación, si bien ligeramente menor a la prevista.

Dichas previsiones están sujetas a un alto grado de incertidumbre y a la evolución que presenten los componentes de la demanda en diversos países y sectores económicos.

En este contexto, el balance de riesgos para el crecimiento mundial continúa siendo negativo.

Por su parte, en el periodo que se reporta, las inflaciones general y subyacente en la mayoría de las economías avanzadas aumentaron ligeramente, si bien siguieron situándose en niveles bajos e inferiores a los objetivos de sus respectivos bancos centrales.

En respuesta a este entorno, las autoridades monetarias y fiscales han implementado medidas de estímulo para mitigar los efectos adversos de la pandemia sobre la economía.

La Pandemia y las economías emergentes

Los principales bancos centrales han utilizado su balance para propiciar un buen funcionamiento de los mercados financieros y han mantenido las tasas de interés en niveles históricamente bajos, enfatizando su compromiso de mantener una postura acomodaticia por un periodo prolongado hasta que se presente un aumento sostenido de la inflación.

Entre las economías emergentes, la mayoría de estas enfrentaron una inflación por debajo de sus metas y los bancos centrales de varias de estas economías siguieron reduciendo sus tasas de política en el periodo que se reporta.

Además, diversas economías han mantenido o ampliado sus medidas de apoyo fiscal para hacer frente a la pandemia.

El Fondo Monetario Internacional estima que los apoyos fiscales anunciados hasta mediados de septiembre representaban alrededor del 12% del PIB mundial.

En el caso de las economías avanzadas, las medidas de estímulo, incluyendo el gasto adicional, el recorte en los impuestos y el otorgamiento de préstamos y garantías, alcanzan el 20% del PIB, mientras que en el caso de las economías emergentes, estas medidas representan alrededor del 6% del PIB en promedio.

Durante la mayor parte del tercer trimestre los mercados financieros internacionales continuaron mostrando un comportamiento positivo, impulsado por la gradual recuperación de la actividad económica mundial y los estímulos monetarios, fiscales y financieros implementados en las economías sistémicamente importantes, así como por las expectativas de avances en el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19.

No obstante, a partir de mediados de septiembre se registraron episodios de volatilidad, si bien más acotados que los observados durante marzo y abril.

Ello ante la menor probabilidad de aprobación de un nuevo paquete de apoyo fiscal en Estados Unidos y el proceso electoral en ese país, así como una nueva ola de contagios en diversos países, entre otros factores.

Pandemia y Brexit

Entre los principales factores de riesgo adicionales a la evolución de la pandemia se encuentran: los elevados niveles de endeudamiento tanto del sector público como del privado, un incremento en el número de quiebras de empresas en los sectores más afectados por la pandemia, un nuevo escalamiento en las tensiones comerciales, un agravamiento de los conflictos geopolíticos y sociales en diversas regiones del mundo, la posibilidad de la salida del Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo comercial, la insuficiencia y/o retiro prematuro de las medidas de estímulo y apoyo económico para enfrentar la pandemia, y el riesgo de mayores desastres naturales por factores ambientales.

 

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