La negociación de un tratado de libre comercio entre México y China no está en la agenda de ambos países, quienes se han planteado otros objetivos para una mayor integración, dijo Julián Ventura, exembajador mexicano en ese país asiático.
Entrevistado por el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques, Ventura destacó las oportunidades que representa China para las empresas y la economía de México.
¿Considera la posibilidad de un Acuerdo de Libre Comercio con China?
No es un tema que en este momento figure en la agenda bilateral. Desde que los presidentes de México y China sostuvieron sus primeros encuentros en 2013, acordaron que la primera tarea prioritaria era la de construir una dinámica centrada en las oportunidades que representa la profundización de los vínculos económicos.
Para ello, se acordó, en primer lugar, trabajar conjuntamente para facilitar el acceso y presencia de nuestros productos en el mercado chino y crear nuevas plataformas para facilitar la inversión productiva en México.
Hoy contamos con un fondo binacional de inversión integrado por el fondo soberano chino y la banca de desarrollo mexicana que opera con una capital semilla de 1,200 millones de dólares y que es administrado por la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial (BM) conforme a los más altos estándares de gobernanza, y que ya realizó una primera inversión de 200 millones de dólares en una empresa de hidrocarburos en México. Se estableció también una subsidiaria del banco chino ICBC, el banco más grande del mundo en términos de capitalización.
Otro rasgo de la relación económica que nos distingue de otras economías emergentes en China es el de la inversión mexicana en China de grandes empresas mexicanas como GRUMA, BIMBO, Metalsa, Softek e Interceramic.
¿Hacia dónde va la relación con China considerando la asimetría económica expresada en el déficit comercial que tenemos con ellos?
Debe de seguir profundizándose el diálogo político. Es un ingrediente importante para el dinamismo de la relación en su conjunto.
China es un interlocutor indispensable para México como actor geopolítico de primer orden y segunda economía mundial. Somos dos países de la Cuenca del Pacífico, profundamente integrados en la economía global y actores relevantes en los principales organismos y foros internacionales. China es nuestro segundo socio comercial.
Existe un déficit estructural significativo pero la composición de las exportaciones chinas hacia México ha cambiado sustancialmente en poco menos de una década.
Hoy en día, casi tres cuartas partes de las exportaciones chinas hacia nuestro país son bienes intermedios que contribuyen a la competitividad internacional de nuestras manufacturas.
El otro cambio es que China ya es nuestro tercer mercado de exportación, después de Estados Unidos y Canadá. Le exportamos más a China que a Japón, Brasil, Corea o Alemania. Es un mercado que hay que entender, cuidar y cultivar.
El impulso a la presencia de nuestros productos en el mercado chino es una de las prioridades de esta administración y estamos obteniendo resultados concretos.
En 2015, por ejemplo, México fue el país que más firmó protocolos sanitarios con China para el acceso de productos agroalimentarios mexicanos. Nuestro productores y exportadores de tequila, aguacate, carne de res, cerdo, moras, todo tipo de mariscos, tabaco en rama, y lácteos, pueden encontrar oportunidades en el principal mercado de consumo del mundo.
Trabajamos para mantener esta dinámica y apoyar de mejor manera a nuestros exportadores en el desarrollo de sus estrategias de aproximación al mercado chino. El perfil de nuestra relación económica es diferente al de otros países latinoamericanos. No somos exportadores de materias primas. Nuestros principales productos de exportación son los automóviles y las autopartes.
Los niveles de inversión china en México, que en la estadística oficial no rebasan los 400 millones de dólares, son más bajos que en otros países de la región. Se trata de un ámbito en el que existe un potencial que no se ha aprovechado suficientemente y en el cual ambos gobiernos están trabajando.