Minuta 328: agua entre San Diego y Tijuana
En julio de 2022, las secciones estadounidense y mexicana de la Comisión Internacional de Fronteras y Aguas (IBWC, por su sigla en inglés) acordaron la Minuta 328, “Proyectos de infraestructura de saneamiento en San Diego, California-Tijuana, Baja California para implementación inmediata y para desarrollo futuro”.
La Minuta 328 identifica proyectos específicos que se construirán en San Diego y Tijuana, y los compromisos financieros de cada país para estos proyectos.
Minuta 328
Estos fondos se destinan a ampliar la capacidad de la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales de South Bay en el condado de San Diego; rehabilitar plantas de bombeo, estaciones de bombeo y tuberías en México, así como construir una nueva planta de tratamiento de aguas residuales en México.
La Ley de Implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) incluyó una asignación suplementaria de 300 millones de dólares para que la agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por su sigla en inglés) apoye las instalaciones de aguas residuales de alta prioridad, previa consulta con la comisión fronteriza correspondiente.
La ley ordena a la EPA llevar a cabo actividades de diseño, construcción, operación y mantenimiento de obras de tratamiento de alta prioridad en el Valle del Río Tijuana para tratar los flujos de aguas residuales que se originan en México.
Frontera
La Sección 7069 de la Ley de Asignaciones Consolidadas, 2023, autoriza a la EPA a transferir fondos proporcionados a la IBWC para construir, poseer y/u operar obras de tratamiento para abordar la contaminación transfronteriza y las insuficiencias o averías de las obras de tratamiento existentes en México, y proporcionar tratamiento de flujos, incluidas las operaciones y el mantenimiento de nuevas obras de tratamiento.
De acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense, el flujo transfronterizo de aguas residuales no depuradas e industriales ha sido objeto de un diálogo bilateral sobre medio ambiente al menos desde el Tratado de Aguas México-Estados Unidos de 1944.
Las aguas residuales, la basura y los sedimentos que fluyen hacia Estados Unidos desde México han causado problemas sanitarios y medioambientales en la región fronteriza.
La capacidad de los sistemas de recogida y tratamiento de aguas residuales no ha seguido el ritmo del rápido crecimiento demográfico de la región.
Además, según el mismo análisis, el envejecimiento de la infraestructura de aguas residuales existente ha provocado un aumento de los problemas de mantenimiento, como las roturas de tuberías.
