Migrantes venezolanos, México, visas H-2B y el Título 42
El 12 de octubre de 2022, México acordó aceptar a un número indeterminado de migrantes venezolanos con destino a Estados Unidos que no solicitaran entrar legalmente en Estados Unidos a través de un nuevo programa y fueran expulsados en la frontera estadounidense en virtud del Título 42.
A cambio, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) puso a disposición visados H-2B adicionales para trabajadores temporales no agrícolas, de acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense
Históricamente, la mayoría de los visados H-2B se han concedido a ciudadanos mexicanos.
El 5 de enero de 2023, el DHS anunció la ampliación del programa de libertad condicional de Venezuela a haitianos, nicaragüenses y cubanos.
Como parte de ese acuerdo, México aceptó recibir hasta 30,000 migrantes expulsados de esos tres países al mes que se encuentren de forma irregular en lugar de a través del proceso de libertad condicional, una cifra que los funcionarios estadounidenses afirman que podría aumentar.
El presidente estadounidense, Joe Biden, agradeció a México esta cooperación durante su intervención en la Cumbre de Líderes de América del Norte, pero la cumbre no abordó políticas migratorias detalladas.
La cumbre sí dio lugar a una ampliación de los esfuerzos de Estados Unidos y México para abordar las causas profundas de la migración a un plan de acción trilateral, así como a la creación de una plataforma virtual para permitir a los migrantes acceder a vías legales de migración.
Migrantes venezolanos
Como preparación para la finalización del Título 42 el 11 de mayo de 2023, Estados Unidos, México y otros socios regionales han intensificado la cooperación en materia de gestión de la migración, lucha contra el contrabando de extranjeros y la desinformación, y otras iniciativas relacionadas.
México se ha comprometido a seguir recibiendo deportaciones rápidas de determinados ciudadanos no mexicanos que hasta la fecha han sido expulsados en virtud del Título 42.
Las ciudades fronterizas mexicanas, algunas de las cuales presentan altos índices de delincuencia violenta, han estado acogiendo a decenas de miles de migrantes.
Algunos migrantes han experimentado situaciones de vida precarias y ataques por parte de grupos criminales.
Los grupos de derechos humanos están preocupados por cómo afectará el fin del Título 42 a las condiciones de los migrantes en México.
