La cultura del café tiene múltiples facetas alrededor del mundo. En esta nota, exploramos una de ellas: cómo preparar un café intenso y lleno de sabor desde casa, sin necesidad de contar con una máquina profesional.
Para empezar, un café intenso tiene un sabor fuerte, mucho aroma y cuerpo denso. Ojo: no significa más cafeína, sino más sabor concentrado.
La forma más básica de cómo se logra esto tiene que ver con la proporción. Usar más café y menos agua aumenta el sabor. Esto implica simplemente utilizar dos cucharadas en vez de una, por ejemplo.
Lo segundo tiene que ver con elegir un café de tueste oscuro, ya que los granos más tostados dan un sabor más fuerte. Por lo tanto, cuando compres café fíjate que el etiquetado diga tueste oscuro o intenso.
Cómo preparar un café intenso
Para lograr esta bebida fuerte, te recomendamos además moler el café al momento (si esto es posible). El café recién molido tiene más aroma. Usa una molienda fina si haces un café tipo moka (mezcla de café espresso, leche caliente y chocolate) o una prensa francesa (una cafetera con un émbolo o filtro).
Entre los métodos caseros, una cafetera moka, también conocida como cafetera italiana, puede utilizarse en la estufa para preparar café fuerte.
Este aparato de metal tiene tres partes: abajo va el agua, en medio el café molido y arriba se recoge el café ya hecho. Cuando el agua hierve, sube a presión y pasa por el café molido. Así se obtiene una bebida con sabor intenso, parecida al espresso, pero hecha en casa y sin electricidad.
Otra opción es la prensa francesa, que permite un café fuerte porque extrae más aceites y sabor. El café se infusiona directamente con agua caliente y se filtra sin papel, lo que da como resultado una bebida con más cuerpo, aroma profundo y sabor concentrado.
Un tercer método para preparar un café intenso es con AeroPress. Esta cafetera manual utiliza presión (en lugar de gravedad) para forzar el agua a través del café molido. Primero coloca el filtro y enjuágalo con agua caliente. Añade una buena cantidad de café molido fino al cilindro. Luego, vierte agua caliente hasta la marca deseada. Remueve durante 10 segundos, coloca el émbolo y presiona lentamente.
¿Una opción más? El método cold brew para preparar café en frío. Aunque es más suave en acidez, si se prepara con una alta concentración, ofrece cuerpo y sabor persistente. Se mezcla café molido grueso con agua fría y se deja reposar entre 12 y 24 horas. Luego, se filtra para separar los restos.
Tips
El café recién molido retiene mejor sus aceites y aromas. Para obtener un sabor profundo, conviene usar molienda media-gruesa en prensa francesa y media-fina en cafetera moka. Además, el agua debe estar filtrada y a una temperatura entre 90 y 96 °C, justo antes del hervor. Si está demasiado caliente, extrae sabores amargos.
Espumar leche sin máquina también es posible. Basta usar una prensa francesa para bombear la leche tibia. Otra opción es agitarla en un frasco y luego calentarla. También se puede batir a mano o emplear un espumador portátil para lograr una textura cremosa.
Por último, para preparar un buen café en casa, lo ideal es usar granos recién tostados y molerlos justo antes. Conviene ajustar las proporciones de café y agua, precalentar las tazas y el equipo, y dejar florecer el café para liberar su sabor. Los granos deben almacenarse en recipientes herméticos, lejos de la luz y la humedad.