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Comercio

La OMC prevé crecimiento de 2.4% en el comercio mundial para 2017

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La Organización Mundial de Comercio (OMC) informó este miércoles que prevé un crecimiento del comercio mundial del 2,4% para 2017.

No obstante, puesto que la profunda incertidumbre sobre la evolución a corto plazo de la economía y de las políticas aumenta el riesgo de la predicción, esa cifra se sitúa dentro de un intervalo de entre 1.8 y 3.6 por ciento.

“Se espera que el crecimiento del volumen del comercio mundial de mercancías repunte este año a partir de los exiguos resultados de 2016, aunque solo si la economía mundial se recupera según lo previsto y los gobiernos aplican una combinación adecuada de políticas”, dijo el organismo.

Para 2018, la OMC prevé un crecimiento del comercio de entre 2.1% y 4%. La impredecibilidad de la evolución de la economía mundial en el futuro próximo y la incertidumbre sobre las medidas que tomarán los gobiernos en relación con las políticas monetarias, fiscales y comerciales aumentan el riesgo de contención de la actividad comercial.

Un repunte de la inflación que redunde en un incremento de los tipos de interés, endurecimiento de las políticas fiscales e imposición de medidas restrictivas del comercio son factores que podrían desacelerar el crecimiento del comercio durante los dos próximos años.

«El escaso crecimiento del comercio internacional registrado en los últimos años refleja en gran medida la persistente debilidad de la economía mundial. El comercio puede fortalecer el crecimiento mundial si la circulación de mercancías y el suministro de servicios a través de las fronteras se mantiene en general sin trabas”, dijo Roberto Azevêdo, director general de la OMC.

Las previsiones más prometedoras de la OMC para 2017 y 2018 se basan en determinados supuestos, y hay un riesgo considerable de que el crecimiento no alcance esas estimaciones.

“No obstante, si los encargados de la formulación de políticas tratan de hacer frente a las pérdidas de puestos de trabajo en sus respectivos países mediante la imposición de rigurosas restricciones a la importación, el comercio no puede contribuir a impulsar el crecimiento y puede incluso representar un lastre para la recuperación», agregó Azevêdo.

«Aunque es verdad que el comercio causa algunas perturbaciones económicas en determinadas comunidades, no conviene exagerar sus efectos desfavorables ni perder de vista sus efectos positivos para el crecimiento, el desarrollo y la creación de empleo”, dijo el Director General de la OMC.

Las previsiones más prometedoras de la OMC para 2017 y 2018 se basan en determinados supuestos, y hay un riesgo considerable de que el crecimiento no alcance esas estimaciones. El logro de esas tasas de crecimiento depende en gran medida de que el PIB mundial crezca en la línea de las previsiones de 2.7% para este año y 2.8% para el año próximo.

“En realidad, alrededor del 80% de las pérdidas de puestos de trabajo en el sector manufacturero son imputables a la innovación, la automatización y las nuevas tecnologías, y nadie pone en duda que la mayoría de los avances tecnológicos suelen beneficiar a la mayoría de las personas.

“La solución consiste, pues, en aplicar políticas que permitan aprovechar los beneficios del comercio, promoviendo al mismo tiempo soluciones horizontales al problema del desempleo, que entrañan necesariamente mejoras de los sistemas de educación y formación, así como programas sociales que puedan ayudar a los trabajadores perjudicados a recuperarse rápidamente de su situación y a prepararse para competir por los empleos futuros», comentó Azevêdo.

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