El Plan México pretende captar inversiones derivadas de la Nueva Economía Norteamericana (NEN), destacó Marcelo Ebrard, secretario de Economía.
Por un lado, el Plan México tiene un componente anticíclico, para captar inversiones en industria, infraestructura y servicios.
Por otro lado, tiene el componente de preparar a México para participar en la NEN.
Nueva Economía Norteamericana
Un informe del Comité Económico Conjunto del Congreso de Estados Unidos refiere que la política industrial implica el uso de recursos públicos para guiar sectores clave de la economía. Para ello, los gobiernos aplican subvenciones, incentivos fiscales, barreras comerciales y regulaciones específicas. El objetivo es impulsar metas económicas, sociales o estratégicas.
Este giro de política responde, en parte, al declive de la manufactura en varias economías. También a las tensiones sociales derivadas de la pérdida de empleos industriales. Además, la pandemia de Covid-19 expuso vulnerabilidades en las cadenas de suministro globales.
Al mismo tiempo, crecen las preocupaciones por el cambio climático, la seguridad nacional y el ascenso económico de China. El informe indica que estos factores han acelerado el regreso de una política industrial activa en países desarrollados.
Con este contexto, al participar en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA, en la Ciudad de México, Ebrard dijo que México tiene oportunidades para aumentar el contenido nacional en la producción de medicamentos, en la cadena productiva de semiconductores y en productos electrónicos.
“Cuando decimos aumentar el contenido nacional en todos los sectores que acabo de referirles, y aumentamos la capacidad de atracción de las inversiones que tienen que relocalizarse, esencialmente es lo que van a encontrar en muchos de los puntos del Plan México. No es aumentar el contenido nacional per se, sino vinculado a esto”, comentó Ebrard.
IED
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan México como una hoja de ruta para transformar la economía nacional. El objetivo central es claro: convertir a México en la décima economía más grande del mundo para 2030.
Uno de los pilares de esta estrategia es impulsar el consumo interno. Se proyecta que, para ese año, el 50% de los productos consumidos en el país provenga de la producción nacional. Esto reduciría la dependencia de importaciones y, al mismo tiempo, fortalecería la industria local.
Además, Ebrard afirmó que México tiene el potencial de duplicar su captación de Inversión Extranjera Directa (IED). Según dijo, esto sería posible gracias al impulso de la Nueva Economía Norteamericana, basada en cadenas de valor integradas y producción regional.
“Le llamamos NEN, Nueva Economía Norteamericana, porque cuando tú relocalizas semejante cantidad de cosas, cambias todas las cadenas de producción y de valor, las habilidades: es una redistribución muy grande”, dijo Ebrard.