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La guerra comercial entre Estados Unidos y China: empleos prometidos

La guerra comercial entre Estados Unidos y China no generó los empleos prometidos por el expresidente Donald Trump, de acuerdo con un análisis publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por su sigla en inglés).

En cambio, esa guerra comercial sí generó dividendos políticos para el Partido Republicano.

Intitulado “Help for the heartland? The employment and electoral effects of the Trump tariffs in the United States”, el análisis se realizó por los economistas David Autor, Anne Beck, David Dorn y Gordon Hanson.

Estos cuatro economistas estudiaron las consecuencias económicas y políticas de la guerra comercial de 2018-2019 entre Estados Unidos, China y otros socios comerciales de Estados Unidos a nivel geográfico detallado, explotando medidas de exposición local a los aranceles de importación estadounidenses, los aranceles de represalia extranjeros y los programas de compensación estadounidenses. 

¿Cuáles fueron sus conclusiones? Hasta la fecha, la guerra comercial no ha proporcionado ayuda económica al corazón de Estados Unidos: los aranceles a la importación de bienes extranjeros no aumentaron ni redujeron el empleo estadounidense en los sectores recientemente protegidos; los aranceles de represalia tuvieron claros impactos negativos en el empleo, principalmente en la agricultura; y estos daños fueron mitigados sólo en parte por los subsidios agrícolas compensatorios estadounidenses. 

Guerra comercial

En consonancia con opiniones expresivas de la política, la guerra arancelaria parece, no obstante, haber sido un éxito político para el gobernante Partido Republicano. 

Los residentes de regiones más expuestas a los aranceles a las importaciones tuvieron menos probabilidades de identificarse como demócratas, más probabilidades de votar para reelegir a Trump en 2020 y más probabilidades de elegir republicanos para el Congreso. 

Por su parte, los aranceles extranjeros de represalia sólo debilitaron modestamente ese apoyo.

Antecedentes

Dos décadas después de establecer Relaciones Comerciales Normales Permanentes con China y facilitar la adhesión del país a la Organización Mundial del Comercio, Estados Unidos impuso en 2018 aranceles sustanciales a las importaciones chinas y a bienes selectivos de otros países. 

Este giro proteccionista en la política comercial estadounidense puso en marcha una guerra comercial que comprendió rondas sucesivas de aumentos de los aranceles a las importaciones estadounidenses, aranceles extranjeros de represalia y subsidios estadounidenses a los sectores afectados. 

El objetivo declarado de la política comercial de la administración Trump era “devolver empleos a Estados Unidos”. Un objetivo secundario de la política era presumiblemente generar apoyo político en lugares afectados por el comercio con China.

 

Redacción Opportimes

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