Estados Unidos, Singapur y Hong Kong ocuparon las primeras posiciones entre las economías que más IED atraen en el mundo, de acuerdo con la clasificación que elaboró la UNCTAD para 2024.
Como punto de partida, la inversión extranjera directa ocurre cuando una persona o empresa de un país invierte en una empresa de otro país y tiene control o influencia en ella.
Con esa característica, las entradas de IED son el dinero que el inversor pone en la empresa extranjera o que recibe de ella. Las salidas muestran ese mismo dinero visto desde el otro país.
Así, los flujos de IED se calculan como la diferencia entre lo que entra y lo que sale. Por eso, si hay desinversión, el resultado puede ser negativo.
Economías que más IED atraen
Los flujos globales de IED cayeron 11% interanual, alcanzando 1.53 billones de dólares. La cifra se expresa en términos comparables.
Para hacer un cálculo más realista, la UNCTAD eliminó transacciones financieras volátiles. Estas operaciones pasaron por economías europeas con altos niveles de flujos de canalización.
De no haberse hecho ese ajuste, los flujos globales habrían mostrado un aumento interanual de 4 por ciento.
A continuación se muestran las economías que más IED atraen en el mundo, con datos de 2024, en millones de dólares:
- Estados Unidos: 279,000.
- Singapur: 143,000.
- Hong Kong: 126,000.
- China: 116,000.
- Luxemburgo: 106,000.
- Canadá: 64,000.
- Brasil: 59.
- Australia: 53.
- Egipto: 47.
- Emiratos Árabes Unidos: 46.
- México: 37.
- Francia: 34.
- España: 31.
- Indonesia: 24.
- India: 28.
- Vietnam: 20.
- Italia: 25.
- Suecia: 18.
- Israel:17.
- Arabia Saudita: 16.
Perspectiva
Aunque al inicio del año se anticipaba un crecimiento moderado de la IED mundial, el escenario ha cambiado. La incertidumbre económica y política ha ganado terreno.
Además, la nueva escalada en tensiones comerciales ha deteriorado la confianza de los inversores. Esto ha afectado directamente a los pilares de la IED: el crecimiento del PIB global, el comercio internacional y la estabilidad cambiaria.
Por si fuera poco, la volatilidad financiera también ha aumentado. Los mercados reaccionan con cautela.
Los datos del primer trimestre confirman la tendencia. Las operaciones de inversión y los anuncios de nuevos proyectos cayeron a mínimos históricos. Una señal clara del enfriamiento global.
Según la UNCTAD, la desaceleración económica es cada vez más evidente. Las proyecciones de crecimiento del PIB, comercio y formación de capital han sido ajustadas a la baja.
A esto se suman factores de riesgo persistentes: altos niveles de deuda, inestabilidad política y debilidad en los indicadores de confianza empresarial.