La industria automotriz representa 11% de la demanda de semiconductores a nivel mundial, según la Asociación de la Industria de Semiconductores.
Con ese dato contextual, aunque las exportaciones de automóviles de India experimentaron un crecimiento promedio de 17.5% durante los 12 meses concluidos el 31 de marzo de 2022 en comparación con el ciclo equivalente de 2019-20 (antes de la pandemia), la persistente escasez mundial de semiconductores provocó recortes en la producción y el cierre temporal de fábricas en ese país.
La escasez mundial de chips semiconductores, los elevados precios de las materias primas, los costos de los insumos, las interrupciones logísticas y la posible volatilidad del mercado financiero mundial se consideraron riesgos clave a la baja para las perspectivas de crecimiento interno.
Al mismo tiempo, la utilización de la capacidad en varias industrias se está acercando a los niveles normales, aunque el aumento de los costos de los insumos y los cuellos de botella persistentes en el suministro, como por ejemplo en los semiconductores para el sector del automóvil, pueden impedir o retrasar una recuperación más completa, de acuerdo con el Banco de la Reserva de India.
Con las lecciones de la experiencia de 2021-22, se espera que los sectores intensivos en contacto de India se recuperen durante el próximo año, con implicaciones positivas para la fuerza laboral y para la demanda de consumo.
Impact of Semiconductor Shortage on Automotive Sector![]()
Industria automotriz
Las interrupciones del lado de la oferta mundial en chips semiconductores se extendieron al sector del automóvil, donde la disminución de la producción y el aumento de los plazos de entrega afectaron negativamente a las matriculaciones.
En india, las ventas de automóviles de pasajeros registraron una contracción, mientras que las ventas de vehículos de dos ruedas también disminuyeron en el segundo semestre y las ventas de tractores se vieron afectadas por el agotamiento de la demanda acumulada.
Una base baja impulsó el crecimiento del tráfico aéreo de pasajeros, a pesar de que se mantuvieron por debajo en comparación con los niveles previos a la pandemia.
El segmento de carga portuaria, que mostró resiliencia durante la pandemia, se vio afectado en el tercer trimestre por la escasez mundial de contenedores.
Los indicadores que siguen siendo sólidos a pesar de una base alta incluyen el flete ferroviario, las facturas electrónicas de impuestos sobre bienes y servicios (GST, por su sigla en inglés) y los ingresos de GST.
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