Las consecuencias de la guerra comercial en curso incluyen a un crecimiento del PIB mundial por debajo de su potencial, destacó la aseguradora de crédito francesa Coface.
La actual administración estadounidense está implementando una amplia gama de políticas monetarias, regulatorias y comerciales, incluyendo la imposición de aranceles significativos a ciertas importaciones a Estados Unidos.
Gobiernos extranjeros, incluido el gobierno chino, han anunciado su intención de implementar o aumentar aranceles a las importaciones procedentes de Estados Unidos como respuesta.
Consecuencias de la guerra comercial
Para Coface, los temores que expresó a principios de 2025 no eran infundados. En retrospectiva, incluso parecen haber sido subestimados, con implicaciones de eventos reales que superan los precedentes y las expectativas.
Por un lado, la nueva administración estadounidense se ha embarcado en una guerra comercial a gran escala. Por otro, las tensiones geopolíticas han cobrado un nuevo y dramático giro con los bombardeos israelíes y estadounidenses sobre Irán y las represalias iraníes.
En ambos casos, Coface considera como probable que las consecuencias macroeconómicas sean significativas, aunque aún es demasiado pronto para calcular su magnitud exacta.
A partir del 1 de agosto se esperan cambios arancelarios relevantes en Estados Unidos, con aumentos para México, Canadá y otros países. Estados Unidos negoció acuerdos con Japón, Vietnam, Indonesia y Filipinas, entre otros. La precisión de los mismos todavía se desconoce.
Al mismo tiempo, persisten incertidumbres sobre el T-MEC, la Sección 232 y futuras medidas unilaterales de Estados Unidos sobre prácticamente todos los países del mundo.
Las expectativas se vieron trastocadas por el alcance y la extensión extremos de los aranceles anunciados, así como por la rapidez con la que se posponen o se revierten.
Suministro de petróleo
Con otras políticas de la plataforma del presidente Donald Trump (recortes de impuestos, desregulación) pospuestas para finales de su mandato, los primeros meses han estado dominados por una proliferación de incertidumbres, así como por interminables especulaciones sobre el desenlace de la Casa Blanca.
“En este momento, el resultado de esta guerra comercial aún es desconocido, pero es probable que mantenga el crecimiento global por debajo de su potencial”, dijo Coface.
Con respecto al conflicto con Irán, su impacto en la economía depende de las consecuencias para el suministro mundial de petróleo de Oriente Medio.
En este sentido, el hecho de que todos los actores, incluido Irán, tengan interés en mantener el flujo de petróleo no es garantía suficiente. La capacidad de Estados Unidos para proteger a las monarquías petroleras será un factor decisivo en los próximos meses.