El grupo de los BRICS ha tomado medidas y tiene planes que desafían al SWIFT y al dominio del dólar con los sistemas de SPFS y CIPS.
De acuerdo con la empresa canadiense Seabridge Gold, la demanda asiática y de los bancos centrales desde finales de 2021 ha dominado el mercado del oro.
Los bancos centrales han declarado en encuestas realizadas por el Consejo Mundial del Oro que están aumentando sus reservas de oro porque este ofrece una mejor protección contra la inflación que el dólar estadounidense, así como una mayor seguridad geopolítica en un mundo caracterizado por el aumento de las sanciones y el surgimiento de bloques comerciales exclusivos.
BRICS vs SWIFT y dólar
Las compras netas de los bancos centrales han sido extraordinarias, alcanzando 1,082 toneladas en 2,022 y 1037 toneladas en 2023. Este aumento ha continuado con compras récord en el primer trimestre de 2024 de 290 toneladas.
Gran parte de las compras de los bancos centrales proviene de los países BRICS, donde el oro ha experimentado un resurgimiento.
Seabridge Gold refiere que el oro ya no es solo un activo de reserva pasivo; ahora lo utilizan activamente los países BRICS como instrumento de liquidación final en el comercio transnacional.
La empresa da dos argumentos. El dólar está perdiendo su dominio sobre el crucial comercio energético. Además, tanto China como Rusia “han desarrollado con éxito” alternativas al sistema de transacciones interbancarias SWIFT, lo que aumenta las perspectivas de un mayor protagonismo del oro como la única alternativa universalmente aceptada al dólar.
Con sede en Toronto, Seabridge Gold se enfoca en la exploración y desarrollo de metales preciosos, para lo cual adquiere y explora grandes depósitos de oro, así como de cobre, plata y molibdeno, principalmente en Canadá y en Estados Unidos.
China y Rusia
Durante más de 10 años, China y Rusia han buscado reducir su dependencia del dólar. Lo hacen para mitigar riesgos por sanciones y fortalecer su influencia económica. No obstante, siguen atadas al sistema financiero dominado por Estados Unidos.
Por un lado, China limita el uso internacional del renminbi. Por otro lado, el rublo ruso tiene escasa presencia en los mercados globales.
China lanzó el sistema CIPS, diseñado para facilitar pagos transfronterizos en yuanes. Además, en 2021, su banco central formó una empresa conjunta con SWIFT. El objetivo: crear un centro de datos y una red local conectada a la plataforma global, con mayor control interno.
Mientras tanto, Rusia desarrolló su propio sistema. Se trata del SPFS, creado tras la exclusión de bancos rusos del SWIFT por presiones estadounidenses. Con estas acciones, ambos gobiernos buscan reducir su exposición y ganar autonomía en pagos internacionales.