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Importaciones y exportaciones de Tailandia representan 110% de su PIB: OMC

Las importaciones y exportaciones de Tailandia (bienes y servicios) representaron 110% de su PIB en 2019, lo que pone de manifiesto la orientación del país hacia el exterior y la integración en las cadenas de valor mundiales, destacó la Organización Mundial de Comercio (OMC) en un informe difundido este martes.

Las descripciones siguientes forman parte de ese informe en el que se evalúa el comercio internacional de Tailandia y si inserción en la economía mundial.

En general, las corrientes de comercio internacional de Tailandia muestran la creciente importancia de China y la ASEAN como sus principales mercados y proveedores regionales, aunque los Estados Unidos, la Unión Europea y el Japón todavía siguen figurando entre sus principales interlocutores comerciales.

Las exportaciones de mercancías de Tailandia siguen estando dominadas por las manufacturas (73% de las exportaciones totales), entre las que destacan las partes de computadoras y los productos de la industria del automóvil como principales artículos de exportación.

También las importaciones se concentran en los productos manufacturados, seguidos de los combustibles y otros productos mineros.

Las tendencias de la inversión extranjera directa (IED) muestran asimismo la profunda integración de Tailandia con los países de la ASEAN y otras economías de la región, mientras que el significativo aumento de las salidas de inversiones indica que el país se ha convertido en un exportador neto de capital.

Exportaciones de Tailandia

Se gravan con derechos de exportación algunas mercancías; aunque en la mayoría de los casos estos derechos no se aplican en la práctica, el hecho de que los impuestos legales a la exportación sigan siendo relativamente elevados confiere un elemento de incertidumbre a los comerciantes.

Las exportaciones de varios productos están prohibidas, y, durante la pandemia de Covid-19, se prohibió exportar huevos de ave y mascarillas quirúrgicas; esta última prohibición sigue en vigor.

Balanza de pagos, 2015-2019

Tailandia sigue aplicando varios programas para facilitar las exportaciones, como son los de almacenes aduaneros, sistemas de devolución de derechos, compensación de impuestos y derechos, zonas francas aduaneras e incentivos; estos programas se ejecutan en el marco de la Administración de Polígonos Industriales de Tailandia.

El Departamento de Promoción del Comercio Internacional ofrece a los empresarios tailandeses, en especial a las pymes, una amplia gama de servicios para promover las exportaciones de bienes y servicios.

El Banco de Exportación e Importación de Tailandia, de propiedad estatal, ofrece créditos a la exportación y seguros de crédito a la exportación a precios de mercado competitivos para aumentar la participación de las empresas tailandesas en los mercados internacionales.

Perfil económico

Tailandia es un país de ingresos medianos altos, con una economía diversificada en la que los sectores industrial y de servicios son los que más contribuyen al PIB y a las exportaciones.

Al mismo tiempo, el país sigue siendo un importante productor y exportador de algunos productos agropecuarios, como arroz y caucho.

Tailandia es la séptima economía más importante de Asia y la segunda de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN).

Entre 2015 y 2019, la economía tailandesa creció a una tasa media anual del 3,4% en términos reales, impulsada principalmente por el consumo privado durante todo el período y por las exportaciones netas en algunos de los años abarcados por el examen, mientras que la contribución de la inversión bruta siguió siendo modesta.

Durante el mismo período, la economía se caracterizó por una inflación moderada, niveles relativamente bajos de deuda pública, un considerable superávit por cuenta corriente, importantes reservas internacionales y la apreciación del baht tailandés (THB) Además, el sistema financiero se mantuvo sólido.

Guerra comercial

Dada su dependencia del comercio y su integración en las cadenas de valor mundiales (sobre todo en el sector del automóvil), en 2019 Tailandia se vio afectada por la desaceleración económica mundial y las tensiones comerciales, que hicieron que sus exportaciones disminuyeran y se frenara el crecimiento económico general.

En respuesta a ello, en el segundo semestre de 2019, el Gobierno aplicó medidas de estímulo fiscal y relajación monetaria para promover el consumo y la inversión, y renovó su compromiso de aumentar el gasto público en importantes proyectos de infraestructura, en un intento de estimular el crecimiento.

No obstante, los graves efectos de la pandemia de Covid-19 han exacerbado los problemas que afronta la economía tailandesa, lo que ha llevado a las autoridades a adoptar medidas extraordinarias para hacer frente a las consecuencias económicas.

Sector automotriz y turismo

El brote de Covid-19, que afectó a Tailandia a principios de 2020, ha tenido una repercusión negativa en la economía debido a la fuerte disminución de la demanda externa e interna.

La contracción del comercio mundial ha afectado gravemente a las exportaciones tailandesas de mercancías y ha perturbado las cadenas de suministro mundiales, incluidas las del sector del automóvil, que es una de las principales industrias de Tailandia.

En mayo de 2020, el valor de las exportaciones de mercancías se contrajo un 23.6% con respecto al mismo período de 2019 (29% si se excluyen las exportaciones de oro).

El sector del turismo, uno de los que más contribuye al PIB, también ha sufrido una profunda contracción debido a la prohibición de los viajes internacionales y a las restricciones impuestas por Tailandia a la entrada de viajeros en el país, que han hecho que prácticamente se hayan interrumpido las llegadas de turistas extranjeros y han afectado en gran medida a las empresas y la mano de obra en los sectores relacionados con el turismo.

Las inversiones privadas y el consumo también se han contraído, las primeras debido a que las empresas han pospuesto sus planes de inversión ante la debilidad de la demanda y la incertidumbre económica, y el segundo como consecuencia de la disminución del empleo, los ingresos y la confianza de los consumidores, aunque la reciente relajación de las medidas de confinamiento y las medidas de alivio adoptadas por el Gobierno han contribuido a atenuar en cierta medida la contracción del consumo privado.

Finanzas

En lo que respecta a la estabilidad financiera, el Banco de Tailandia, el banco central del país, ha indicado que, si bien el sistema financiero sigue siendo sólido y cuenta con amortiguadores adecuados, las vulnerabilidades han aumentado, en particular con respecto a la capacidad de servicio de la deuda de los hogares y las pymes.

Sobre el sector externo, el superávit de la cuenta corriente ha disminuido y se han incrementado las salidas de capital, aunque el nivel de las reservas de divisas sigue siendo adecuado.

En respuesta a la pandemia, el Gobierno ha puesto en marcha un amplio conjunto de medidas monetarias y fiscales. Entre febrero y mayo de 2020, el Banco de Tailandia redujo el tipo de interés oficial del 1.25% al 0.5% y adoptó medidas para hacer frente a los problemas de liquidez y acelerar la reestructuración de la deuda para los prestatarios, en especial los hogares y las pymes.

Además, el Consejo de Ministros aprobó y está aplicando un paquete de medidas para paliar los efectos de la Covid-19, estructurado en tres etapas y con un valor de THB 2.25 billones (unos 71,600 millones de dólares), que representan aproximadamente 14% del PIB.

Apoyos económicos

Las medidas de alivio se dirigen en especial a los hogares y empresas más vulnerables (en particular, los trabajadores informales y las pymes) y consisten principalmente en transferencias de efectivo, en la concesión de préstamos en condiciones favorables y en medidas de desgravación fiscal. También se prevé aumentar el gasto en proyectos de infraestructura local.

A principios de junio de 2020, el Ministro de Hacienda anunció planes para introducir, a partir del tercer trimestre, nuevas medidas de estímulo destinadas a promover el consumo interno y el turismo.

PIB

Entre 2015 y 2019, la economía de Tailandia creció a una tasa media del 3,4% anual.

Desde el punto de vista del gasto, el consumo privado contribuyó de manera relativamente constante al crecimiento del PIB durante todo el período, mientras que la contribución de la inversión fue en general modesta, y la del consumo del Estado fue aún más limitada.

Los resultados de las exportaciones netas fluctuaron: estas contribuyeron de manera positiva al crecimiento del PIB durante los tres primeros años (2015 a 2017), pero pasaron a ser negativas en 2018 debido a un aumento más rápido de las importaciones que de las exportaciones.

En 2019, tanto las exportaciones como las importaciones disminuyeron debido a la desaceleración económica.

Durante el período objeto de examen, la economía también se caracterizó por una importante fluctuación de las existencias.

La disminución de las existencias que se registró a partir de 2014 y continuó durante 2016 anticipó la aceleración del crecimiento registrada en 2017 y 2018; por otro lado, en esos dos años hubo una fuerte acumulación de existencias, preludio de la desaceleración del crecimiento experimentada en 2019.

En general, durante el período objeto de examen, las tasas de crecimiento de Tailandia se mantuvieron por debajo de los niveles anteriores a la crisis financiera mundial y siguieron siendo inferiores a las de otros países de la región.

Importaciones

En 2019, la economía tailandesa entró en una fase de desaceleración, al registrar un crecimiento del PIB real del 2,4%, el más débil de los últimos cinco años.

Esto se debió a la ralentización mundial de la economía y a las tensiones comerciales internacionales, que afectaron a las exportaciones de mercancías de Tailandia, en especial de productos electrónicos.

A su vez, una contracción de las exportaciones del 2.6% se hizo sentir en el consumo privado (ya afectado por la elevada deuda de los hogares), mientras que el crecimiento de las inversiones privadas siguió siendo moderado.

La debilidad de la demanda interna contribuyó a frenar la inflación y dio lugar a una importante contracción de las importaciones (-4.4%) y a un nuevo aumento del importante superávit por cuenta corriente del país.

Esto tuvo como resultado una acumulación masiva de reservas de divisas y un incremento de las presiones alcistas sobre el baht, lo que suscitó preocupación con respecto a la competitividad internacional de Tailandia.

Covid-19

En respuesta a la desaceleración económica, el Gobierno adoptó políticas fiscales y monetarias flexibles para apoyar el crecimiento económico impulsando la inversión y el gasto de los consumidores (estas medidas fueron anteriores a las adoptadas en respuesta a la pandemia de Covid-19).

Durante el segundo semestre de 2019 se aplicaron varias medidas de estímulo fiscal, dirigidas principalmente a los grupos de población vulnerables y a las Pymes, pero también se adoptaron medidas para estimular más la IED.

Por lo que se refiere a la política monetaria, en 2019 el Banco de Tailandia redujo el tipo oficial de referencia en dos ocasiones (en agosto y noviembre) con el fin de impulsar la economía; también se esperaba que esas reducciones contribuyeran a mitigar las presiones de apreciación cambiaria y a desalentar las entradas de capital especulativo a corto plazo.

Entre febrero y mayo de 2020 se aplicaron tres reducciones adicionales como respuesta a la crisis económica causada por el brote de Covid-19.

Por el lado de la oferta, el sector de los servicios (incluida la construcción) sigue siendo el que más contribuye a la actividad económica de Tailandia, y su participación combinada en el PIB aumentó de manera constante durante el período objeto de examen, hasta alcanzar el 61,1% en 2019.

Los subsectores de servicios que contribuyen en mayor medida al PIB son los del comercio al por mayor y al por menor, las actividades financieras y de seguros, el transporte y el almacenamiento y los servicios de alojamiento y alimentación; estos dos últimos reflejan la importancia de la industria del turismo.

Por otro lado, se ha registrado una disminución de la participación de la industria manufacturera (afectada por la débil demanda mundial), la agricultura (golpeada por las graves sequías y los bajos precios) y la minería.

 

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