Estados Unidos tiene dos competidores nucleares casi iguales, Rusia y China, destacó el gobierno de Reino Unido en su informe Revisión de Defensa Estratégica 2025.
El 7 de agosto de 2024, el presidente Joe Biden presentó al Congreso un nuevo acuerdo trilateral con Australia y el Reino Unido sobre propulsión nuclear naval. Este tratado permite la transferencia de material y reactores nucleares entre los tres países, reemplazando al acuerdo de 2022, que solo autorizaba el intercambio de información y datos restringidos sobre propulsión nuclear.
Competidores nucleares
Según el gobierno británico, Estados Unidos es el aliado más cercano del Reino Unido en materia de defensa y seguridad, lo que refleja un interés común y de larga data en contribuir a la seguridad global en esta era de competencia estratégica.
“Estados Unidos se enfrenta a un importante desafío estratégico, con dos competidores nucleares casi iguales: China y Rusia”, dijo en ese mismo informe.
Por tanto, el Reino Unido debe alinear su estrategia con Estados Unidos para renovar su papel disuasivo global. Esto implica modernizar sus fuerzas armadas, pero también ir más allá. Aprovechará sus bases en el extranjero y sus capacidades militares especializadas. Además, buscará conectar la región euroatlántica con socios clave del Indopacífico. Así, reforzará la seguridad colectiva en ambas zonas. A la par, impulsará su capacidad industrial en defensa, con miras a una disuasión más eficaz y sostenible.
Según una estimación no gubernamental para 2025, referida en un informe del Congreso estadounidense, Rusia posee unas 1,718 ojivas nucleares desplegadas, distribuidas en una tríada estratégica: 330 misiles balísticos intercontinentales (ICBM), 12 submarinos con 192 misiles balísticos lanzados desde el mar (SLBM) y 58 bombarderos estratégicos. Aunque no ha compartido datos con Estados Unidos desde 2023, Rusia afirma cumplir con los límites del tratado Nuevo START. Por su parte, Estados Unidos tendría unas 1,770 ojivas nucleares desplegadas.
China
Durante décadas, Estados Unidos ha expresado preocupación por la proliferación de tecnologías nucleares y de misiles desde China. Más recientemente, se ha enfocado en el riesgo de que China adquiera tecnología nuclear estadounidense.
Aunque el gobierno chino ha cesado su participación directa en estas transferencias, empresas e individuos chinos siguen exportando componentes sensibles, especialmente a Irán y Corea del Norte, de acuerdo con otro análisis del Congreso estadounidense.
Además, el gobierno de Estados Unidos advierte sobre entidades en China que apoyan estas actividades mediante financiamiento ilícito y lavado de dinero.