Estados Unidos se ubicó como el principal país inversor en América Latina y el Caribe en 2016, al abarcar 20% de monto total de los envíos de Inversión Extranjera Directa (IED) a la región.
Como bloque, Europa lideró las inversiones en el subcontinente, con una cuota de 53%; la mayor participación correspondió a los Países Bajos, que alcanzaron 12% del total.
El perfil de origen de los inversores difiere dentro de la región. Los países de América del Sur tienen una mayor presencia de inversores europeos, mientras que en México, Centroamérica y el Caribe prevalecen las empresas de los Estados Unidos.
En el Brasil, la participación de las inversiones europeas representó en 2016 el 71% del total, un porcentaje similar al que se registró en el Ecuador, mientras que en Centroamérica y la República Dominicana las inversiones de esa región representaron únicamente el 12%, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Por su parte, México fue el país con mayor presencia de inversiones desde los Estados Unidos (39 por ciento).
Considerando las fusiones y adquisiciones transfronterizas de empresas localizadas en la región, Estados Unidos y la Unión Europea concentraron en conjunto la mitad del valor total de las operaciones en el año pasado (29 y 24%, respectivamente), mientras que el Canadá y China representaron 15 y 12%, en ese orden.
En cantidad de operaciones, los Estados Unidos siguen liderando (23% del total), seguidos por el Canadá (15%), España (10%) y Reino Unido (8%). Entre las 20 mayores operaciones, destacaron las adquisiciones en el sector energético realizadas por empresas estadounidenses, países de Europa, China y Canadá.
En 2016, se registraron operaciones de gran magnitud entre empresas estadounidenses; por ejemplo, la adquisición de los activos petroleros en el golfo de México de FreeportMcMoRan por parte de Anadarko Petroleum Corp. por 2,000 millones de dólares y la compra por parte de I Squared Capital Advisors de los activos de Duke Energy en América Latina por 1,200 millones de dólares.
Por otra parte, firmas de Estados Unidos y de Europa se mostraron interesadas en la adquisición de concesiones viales o servicios asociados al pago de peajes en autopistas: el grupo francés Vinci SA, que adquirió la Vía Expresa Línea Amarilla por 1,660 millones de dólares en el Perú; el grupo estadounidense FleetCor Technologies Inc., que compró la mayor compañía de pagos electrónicos en peajes carreteros del Brasil, Serviços e Tecnologia de Pagamentos S.A., por 1,089 millones de dólares, y la española Abertis, que compró la concesión de la Autopista Central en Chile por 1,028 millones de dólares.