México avanza en la regulación para la producción de biocombustibles, de acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener).
Entre el 1 de octubre de 2024 y el 31 de agosto de 2025, la Sener dio seguimiento a la regulación de biocombustibles, manteniendo 42 permisos vigentes: 7 de producción, 16 de comercialización y 6 de transporte.
Además, registró 13 avisos, asegurando la continuidad y supervisión de la cadena de valor nacional.
Producción de biocombustibles
En materia de producción de biocombustibles, la capacidad potencial de México se estima en 112.5 millones de litros de etanol anhidro y 36,000 metros cúbicos de biometano.
En el sector del biodiésel, los permisos vigentes se concentran en la comercialización y el transporte. Esta tendencia refleja la actual distribución de autorizaciones en la industria nacional. Al mismo tiempo, la Sener impulsa proyectos de biometano y de aprovechamiento de calor residual. Además, avanza en la creación de un marco regulatorio que busca promover el uso eficiente y ordenado de los biocombustibles en distintas regiones del país.
Pemex y CFE
Como parte de la planeación vinculante, se elaboraron los planes estratégicos de la CFE y Pemex. Ambos documentos sirven como base para definir acciones de mediano y largo plazo alineadas con los objetivos nacionales. Además, se impulsa la transición energética mediante la aprobación de leyes específicas para biocombustibles y geotermia. Gracias a ello, se han otorgado permisos para el aprovechamiento de estos recursos. También se trabaja con autoridades y aerolíneas para incorporar biocombustibles en la aviación. En paralelo, se acompañan proyectos estatales de economía circular y de aprovechamiento de residuos.
Entre las prioridades de la presidenta Claudia Sheinbaum, la transición energética ocupa un papel central. Su visión propone un modelo que combina soberanía, innovación tecnológica y sustentabilidad. El enfoque: garantizar energéticos limpios, seguros y accesibles para toda la población. Durante el primer año de esta administración, se avanzó. Destacan la promulgación de la Ley de Biocombustibles y la Ley de Geotermia. Ambos instrumentos fortalecen el uso de fuentes renovables, diversifican la matriz energética y sientan las bases de un desarrollo más justo, sostenible y acorde con los compromisos internacionales de México frente al cambio climático.
En este contexto, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley de Biocombustibles. Esta norma impulsa la producción a partir de residuos orgánicos y cultivos en suelos marginales, una alternativa que no compite con la producción de alimentos. Igualmente, fomenta la mezcla de gasolinas y otros combustibles con biocombustibles. Con ello, se amplían las opciones energéticas del país y se refuerza la transición hacia un modelo más limpio, competitivo y diversificado.