Dos nuevos proyectos impulsan la producción de energía geotérmica en México, con una capacidad conjunta de 80 MW.
La energía geotérmica transforma el calor del subsuelo en electricidad. Es limpia, constante y cada vez más eficiente. En todo el mundo, su desarrollo acelera con nuevas tecnologías y mayores inversiones. Así, se consolida como una pieza esencial en la transición energética global.
Producción de energía geotérmica en México
La geotermia es estratégica para la generación eléctrica renovable y continua en México. En 2024, el país contó con una capacidad instalada de 956.2 MW, generando aproximadamente 3,576.08 GWh de electricidad de manera estable y sustentable.
Con las nuevas centrales concesionadas de Los Negritos (55 MW, Michoacán) y Celaya (25 MW, Guanajuato), la capacidad instalada aumentará a 1,036.2 MW, fortaleciendo la participación de la geotermia en energía limpia y reduciendo emisiones de gases de efecto invernadero.
En Los Negritos, Michoacán, la CFE obtuvo una concesión por 30 años para aprovechar el calor del subsuelo. El permiso, publicado en diciembre de 2024, marca un paso clave hacia una generación más limpia y sostenible dentro del sistema eléctrico nacional.
En Celaya, Guanajuato, Grupo Carso, mediante su filial Energías Alternas, Estudios y Proyectos (ENAL), recibió una concesión similar en septiembre de 2025. La planta contará con una capacidad cercana a 25 MW y una inversión estimada en 80 millones de dólares.
Pozos geotérmicos
México se consolida como líder en América Latina y figura entre los diez países con mayor capacidad geotérmica del mundo. Este avance refleja una estrategia energética orientada a la innovación, la sostenibilidad y la reducción de emisiones contaminantes.
El 22 de octubre de 2024 se publicó la licitación internacional para perforar pozos geotérmicos de hasta 3,500 metros de profundidad. El contrato, firmado el 11 de abril por 45.1 millones de dólares, incluye tres pozos en campos de la CFE: dos en Cerro Prieto, Baja California, y uno en Las Tres Vírgenes, Baja California Sur. Con ello, se busca elevar la producción geotérmica y fortalecer la transición hacia una matriz energética más limpia.