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Se complica negociación de nuevos TLC de Estados Unidos con países de Asia

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Nuevos tratados de libre comercio (TLC) previstos entre Estados Unidos y países asiáticos se han complicado, por diversos factores, incluida la intención del presidente Donald Trump de reducir su déficit comercial global, concluyó un análisis del Instituto Peterson (PIIE, por su sigla en inglés).

Las primeras declaraciones de Estados Unidos sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el TLC entre Corea y Estados Unidos evidencian que la eliminación de los desequilibrios comerciales bilaterales es el principal objetivo de la política estadounidense.

“Estas características emergentes del enfoque estadounidense sugieren que los beneficios para los nuevos socios bilaterales pueden ser bastante limitados, tal vez para evitar una mayor interrupción en las relaciones comerciales existentes a través de la protección contingente”, destacó el estudio, firmado por Peter A. Petri, Michael G. Plummer, Shujiro Urata y Fan Zhai.

Los TLC bilaterales de Estados Unidos con otras economías más pequeñas de Asia y el Pacífico pueden ser aún menos valiosos. Por ejemplo, según el análisis del PIIE, Estados Unidos trató de negociar acuerdos bilaterales de libre comercio con Malasia y Tailandia bajo el marco de la Enterprise for ASEAN Initiative, pero en ambos casos se llegó a un punto muerto.

Taiwán expresó interés en un TLC con Estados Unidos; sin embargo, las negociaciones complicarían la frágil relación entre Estados Unidos y China.

Para Estados Unidos, los pequeños acuerdos bilaterales ofrecerían beneficios económicos mínimos y tendrían que estar justificados principalmente por su valor simbólico político.

Los autores refirieron que Estados Unidos está dispuesto a buscar acuerdos de libre comercio bilaterales en los que pueda «ganar», si es necesario utilizando las relaciones de seguridad como apalancamiento. Plantearon que estos tratados no pueden estimular las redes regionales de producción, una motivación importante para la integración actual de Asia-Pacífico.

La posibilidad de un tratado bilateral con Japón ha sido abordada en Estados Unidos, pero Japón ha resistido a iniciar negociaciones hasta ahora. Esta nación asiática registra un importante superávit con Estados Unidos, con quien ha tenido frecuentes disputas comerciales.

La liberalización de sectores importantes para ambos países (agricultura, automóviles y servicios) será especialmente complicada de negociar. Por ejemplo, Japón podría verse obligado a otorgar mayores concesiones en la agricultura, a cambio de concesiones menores en el mercado automotriz estadounidense.

 

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