El gobierno federal informó que autorizó importaciones mexicanas por la Regla Octava por un valor de 178,850 millones de pesos de octubre de 2024 a julio de 2025.
¿Qué es la Regla 8a? Una de las Reglas Complementarias de la fracción II del artículo 2o. de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación para la aplicación e interpretación de la Tarifa de dicha Ley.
La Regla 8a. permite que insumos y partes importados se clasifiquen con el arancel del bien final que se fabricará en México. Así, se fomenta la producción nacional con ventajas arancelarias.
Por ejemplo, una armadora automotriz puede importar motores pagando el arancel correspondiente a los automóviles terminados, que puede ser menor o incluso cero. De esta forma, se reducen costos de importación y se impulsa la competitividad de industrias estratégicas como la automotriz, electrónica o aeroespacial.
Importaciones mexicanas por la Regla Octava
Los resultados del uso de este trato arancelario aparecieron en el primer informe de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Bajo la Regla Octava, de octubre de 2024 a julio de 2025 se autorizaron 1,268 solicitudes de importación.
El valor total fue de 178,850 millones de pesos. Del monto, 80% correspondió a la industria automotriz y de autopartes. Otro 7.4% se destinó a productos eléctricos, 8.7% a la electrónica, 3.1% a industrias pesadas y 0.8% al transporte.
En el mismo periodo, las industrias ligeras importaron insumos por 9,241 millones de pesos. Se trató de mercancías no producidas en México o insuficientes en el mercado nacional. Además, provenían de países sin acuerdos de libre comercio.
Costos de producción
El mecanismo ayudó a diversificar la oferta y reducir costos de producción. Como resultado, mejoró la productividad y competitividad de sectores como agroindustria, textil, juguetes, bicicletas, muebles, química, plásticos y dispositivos médicos. Los principales proveedores fueron China, India, Brasil, Turquía y Vietnam, entre otros.
La Regla Octava nació como un mecanismo de apoyo a la industria nacional. En un inicio, su aplicación se enfocó en sectores estratégicos como el automotriz y el electrónico. Sin embargo, con el tiempo, su alcance se amplió.
Hoy también beneficia a industrias menos previstas, como la del juguete o la mueblera. Estas empresas importan partes y materias primas bajo este esquema para reducir costos. De esta manera, logran mantenerse competitivas frente a la presión de productos chinos y sostener su participación en el mercado.