China redujo su dependencia del comercio de recursos naturales, de acuerdo con un informe publicado este martes por Hinrich Foundation y el Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial (IMD).
El informe muestra los resultados del Índice de Comercio Sostenible (STI) Hinrich-IMD 2025. En la parte alta de la tabla se ubicaron, en orden descendente, Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia, Singapur y Corea del Sur.
Comercio de recursos naturales
Las economías emergentes avanzan hacia una modernización selectiva. Logran mejoras ambientales puntuales, pero mantienen un modelo de desarrollo aún dependiente del carbono y los recursos naturales.
China ilustra con claridad esta tendencia. Ha reducido su dependencia del comercio de recursos naturales, que pasó del 13.3% al 5.6%. También mejoró el tratamiento de aguas residuales. Sin embargo, continúa enfrentando los efectos ambientales de su economía exportadora, impulsada por la manufactura.
India sigue una ruta parecida. Disminuyó notablemente el vertido de aguas residuales y su dependencia de las exportaciones de recursos naturales. Con ello, envía una señal clara a los mercados globales: su estructura exportadora se vuelve más sofisticada.
En conjunto, ambas economías confían en que la innovación tecnológica y la modernización industrial generen beneficios ambientales reales, sin frenar su crecimiento económico.
China reduce su dependencia del comercio de recursos naturales mediante la expansión de industrias tecnológicas, la mejora del tratamiento de aguas residuales y la diversificación de sus exportaciones hacia manufacturas avanzadas, disminuyendo así la participación de materias primas en su economía exportadora.
Economías avanzadas
Los datos muestran que el nivel de desarrollo de un país define su forma de abordar la sostenibilidad ambiental. Determina sus prioridades y también su capacidad para actuar.
Las economías avanzadas adoptan estrategias de desacoplamiento. Buscan mantener o aumentar el comercio mientras reducen su impacto ambiental. Japón es un ejemplo claro. Logra un tratamiento casi total de las aguas residuales y baja sus emisiones per cápita de dióxido de carbono de 8.61 a 7.54 toneladas métricas.
Estados Unidos y el Reino Unido siguen la misma dirección. Ambos han disminuido su dependencia de las exportaciones de recursos naturales. Además, el Reino Unido ha reducido sus emisiones per cápita. Estos avances apuntan a una transición hacia modelos comerciales de mayor valor y menor uso de recursos, una señal de madurez para las economías desarrolladas.