Los tres principales socios de Estados Unidos tuvieron diferentes grados de afectación por los aranceles aprobados por el presidente Donald Trump.
A tasa interanual, las importaciones estadounidenses de productos originarios de México aumentaron 6.3% en el primer semestre de 2025, a 265,383 millones de dólares.
Al mismo tiempo, las importaciones a Estados Unidos desde Canadá cayeron 3.3%, a 198,224 millones de dólares.
China tuvo un impacto negativo mayor. Sus ventas al mercado estadounidense descendieron 15.6%, a 167,479 millones de dólares.
El Departamento de Comercio difundió este martes todos estos datos en su informe mensual sobre el comercio de Estados Unidos.
Afectación por los aranceles
Trump ha elevado la presión comercial. Impuso aranceles del 50% a las importaciones de acero, aluminio y cobre. También aplicó una tarifa del 25% a autos y ciertas autopartes. Además, fijó aranceles recíprocos a decenas de países. La tasa base fue de 10% para casi todos. Pero estableció porcentajes especiales para China (10%), México (25%) y Canadá (35%). Con estos tres países tiene algunas excepciones y mantiene negociaciones en curso.
A principios de abril, activó aranceles recíprocos de entre 11% y 50% para 57 países o jurisdicciones. Sin embargo, poco después los suspendió por 90 días. Luego, extendió la pausa del 8 de julio al 1 de agosto.
Este jueves, Trump firmó una nueva orden ejecutiva. Ahora, los aranceles recíprocos se aplicarán a productos de 69 países. Las tasas irán del 10% al 41%. No obstante, estas medidas entrarán en vigor hasta el 7 de agosto. Este plazo abre una ventana para que los gobiernos involucrados negocien ajustes o reducciones.
Además, el arancel mínimo aumentó de 10% a 15%. Sólo se exceptuaron Reino Unido, Islas Malvinas y Brasil, que conservaron la tasa de 10%. En paralelo, Canadá enfrentará una tarifa del 35% desde este viernes. Esta medida, al igual que en el caso de México, aplica a todos los productos canadienses que no cumplan con el T-MEC.
Cadenas globales de valor
El comercio mundial ha cambiado. El auge de las cadenas globales de valor y el comercio intraindustrial impulsa un mayor intercambio de bienes intermedios. Como resultado, cada vez es más difícil distinguir entre productos nacionales y extranjeros. Además, esto debilita la precisión de las balanzas comerciales bilaterales. Por lo tanto, se complica su uso como base para diseñar políticas públicas efectivas.