El presidente chino, Xi Jinping, logró que su nombre y su filosofía quedaran inscritos en la Constitución del Partido Comunista, algo que solo consiguieron Mao Zedong y Deng Xiaoping.

Estos cambios se llevaron a cabo en el XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) con una votación unánime.

Más de 2,000 delegados se reunieron para el proceso de aprobación final para consagrar «el pensamiento de Xi sobre el socialismo con características chinas para la nueva era» en la Constitución.

Entre los ideales de XI destacan una reforma completa y profunda del país, nuevas ideas de desarrollo, una vida armoniosa entre el hombre y la naturaleza, la autoridad absoluta del partido sobre el ejército popular, y un país dos sistemas (una clara referencia a Hong Kong y Taiwán).

De acuerdo con el diario El País, hasta ahora, únicamente los dos grandes líderes de la República Popular de China, Mao Zedong y Deng Xiaoping, fallecido en 1997, habían recibido el honor de que su nombre figurara en el documento. Pero solo Mao lo disfrutó en vida. Y solo Mao veía reconocida su filosofía como “pensamiento”; las ideas de Deng únicamente eran catalogadas como “teoría”.

Ahora, Xi ha igualado al Gran Timonel. Muy lejos quedan sus dos predecesores vivos, Jiang Zemin y Hu Jintao: aunque los dos lograron incluir sendos preceptos suyos, sus nombres no se mencionan.