Las aduanas en China han incrementado el uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
En 2024, China importó productos por un valor de aduana de 2 billones 587,000 millones de dólares, un alza interanual de 1%, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Cada vez más aduanas en el mundo adoptan nuevas tecnologías para modernizar para mejorar la clasificación arancelaria, la detección de fraudes y la gestión de riesgos.
Ubicado como el segundo importador mundial, superado por Estados Unidos, China opera 678 oficinas de aduanas.
Aduanas en China
La Administración General de Aduanas de China lanzó un sistema inteligente para revisar documentos. El objetivo es agilizar los trámites de despacho aduanero mediante inteligencia artificial y automatización. Así lo informó la OMC.
Este sistema permite digitalizar y verificar certificados de inspección y cuarentena. Para ello, se integraron estándares comerciales, recursos digitales y tecnologías avanzadas como OCR, inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Desde 2023, la herramienta reconoce y valida automáticamente más de 30 modelos de certificados provenientes de 19 países. En 2024, su alcance se amplió a 100 tipos de certificados. Gracias a esta expansión, se procesaron más de 286,000 certificados en todo el país.
Ventajas de la IA
La automatización en China ha reducido los plazos de tramitación al simplificar el proceso de verificación en una sola pantalla, con resultados hasta 10 veces más rápidos que los métodos manuales. Además, disminuye el trabajo manual al extraer y validar datos automáticamente, permitiendo que los funcionarios se enfoquen en tareas complejas.
También mejora la eficiencia regulatoria al evitar el cambio entre sistemas, centralizando toda la información en una interfaz. Finalmente, reduce riesgos al aplicar criterios uniformes, minimizando errores e inconsistencias en las inspecciones.
Aunque la inteligencia artificial existe desde hace décadas, el auge de productos como ChatGPT ha reactivado el debate sobre su impacto económico. La IA podría transformar la producción de bienes y servicios, afectando el empleo, la productividad y el crecimiento. Sin embargo, su verdadero alcance económico aún es incierto y dependerá de múltiples factores.
China aplica inteligencia artificial en sectores como transporte autónomo, manufactura, finanzas, salud, educación y comercio electrónico. También la usa en ciudades inteligentes, vigilancia, medios de comunicación y robótica.