La Asociación de Fabricantes de Piezas de Automoción (APMA) destacó que Canadá se alinea con la política de seguridad industrial de Estados Unidos en cuatro aspectos.
En opinión de la APMA, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es esencial para enfrentar el exceso de capacidad subsidiada por el estado chino en vehículos eléctricos, baterías, acero y herramientas.
Política de seguridad industrial
La APMA expuso un punto central. Canadá se ha alineado con la política de seguridad industrial de Estados Unidos. Para ello, exigió a empresas chinas desinvertir en compañías canadienses de minerales críticos.
Además, aplicó revisiones estrictas de seguridad nacional bajo la Ley de Inversiones de Canadá. En consecuencia, realizó decenas de evaluaciones. Varias terminaron en transacciones bloqueadas y retiros forzosos. Finalmente, el país implementó restricciones a las importaciones de vehículos eléctricos chinos.
“No somos Europa. No somos Japón. Ni somos Corea del Sur. Estamos completamente alineados con Estados Unidos en este tema”, dijo Flavio Volpe, presidente de la APMA.
Esta asociación representa a los proveedores OEM de Canadá. Abarca áreas clave como piezas, herramientas, automatización, software, minerales críticos y sistemas de vehículos eléctricos. Así, subraya su importancia para los trabajadores estadounidenses y la competitividad del país.
Además, Canadá no actúa como una plataforma de exportación extranjera. Por el contrario, no compite con la producción automotriz de Estados Unidos.
“No tenemos un fabricante nacional de automóviles. Todos los vehículos ensamblados en Canadá son fabricados por empresas que operan dentro del sistema de producción norteamericano del T-MEC”, agregó Volpe.
Plantas de fabricación
Ford fabrica vehículos en Canadá desde 1904. General Motors lo hace desde 1918. Stellantis y sus predecesores, desde 1925. A ello se suman Honda y Toyota, con casi 40 años de producción continua. Sin embargo, el punto clave es otro: son vehículos de programas norteamericanos. Se fabrican para el mercado de la región, por trabajadores norteamericanos y con altos niveles de contenido estadounidense.
A diferencia de Japón, Corea o Europa, Canadá no envía vehículos ensamblados en el extranjero para competir con la producción de Estados Unidos. Por el contrario, su industria opera dentro de la cadena productiva regional.
Canadá es, además, el principal cliente extranjero de Estados Unidos en vehículos terminados. Según cifras de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), en 2023 adquirió 34.2% de las exportaciones estadounidenses de vehículos de pasajeros y camionetas ligeras. También compró 85% de los camiones pesados exportados y 35% de las autopartes.
Este vínculo se refleja en la inversión directa. Las empresas automotrices de propiedad canadiense operan más de 170 plantas de fabricación en Estados Unidos. En conjunto, emplean de forma directa a 47,500 trabajadores estadounidenses en todo el país.