México ha tomado acciones para enfrentar el estrés hídrico tanto de manera unilateral como con acuerdos de colaboración con Estados Unidos.
La actual administración del gobierno federal tiene registrados proyectos de infraestructura que benefician a 31 millones de personas. Entre ellos está el saneamiento de cuerpos de agua, especialmente de los ríos Lerma-Santiago, Atoyac y Tula.
Además lleva a cabo el Programa Nacional de Tecnificación: 200,000 hectáreas de riego con el objetivo de beneficiar a 225,000 productores.
Para 2025, planea ejercer 20,000 millones de pesos de inversión pública en proyectos hídricos.
Otra medida consiste en el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sostenibilidad, en el que se consideran 21,000 millones de pesos de inversión privada.
También se emitirá un decreto para regularizar las concesiones y permitir que la población acceda a subsidios, créditos y programas.
Acciones para enfrentar el estrés hídrico
México y Estados Unidos firmaron un acuerdo clave el 9 de noviembre de 2024. El tratado se titula “Medidas para Mejorar la Confiabilidad y Previsibilidad del Suministro de Agua del Río Bravo en Beneficio de México y Estados Unidos”.
Este acuerdo busca fortalecer la cooperación bilateral en temas urgentes. Entre ellos, el suministro de agua, el medio ambiente y la calidad del agua en el Río Bravo.
Sus objetivos pueden resumirse en tres. Primero, garantizar mayor confiabilidad y previsibilidad en la asignación de agua para ambos países. Además, crear grupos de trabajo sobre nuevos proyectos, fuentes alternativas y temas ambientales. Por último, mejorar la calidad del agua en toda la cuenca del Río Bravo.
Sustentabilidad
El Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 19 de diciembre de 2024, con el objetivo de abordar el estrés hídrico mediante 10 compromisos generales:
- Garantizar el derecho humano al agua en cantidad y calidad suficientes.
- Lograr un uso eficiente del agua en las actividades industriales, agrícolas y ganaderas.
- Invertir en infraestructura.
- Fomentar la colaboración entre los sectores público, privado y social para implementar acciones de mejora en entornos locales.
- Implementar una gestión eficaz, organizada y sostenible de las concesiones.
- Desarrollar un programa para la digitalización y simplificación de trámites.
- Promover la innovación tecnológica para el tratamiento, reúso y purificación del agua, incluyendo la biotecnología y la infraestructura verde.
- Implementar medidas de adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, incluyendo la reforestación y la restauración ambiental.
- Prevenir la contaminación de ríos y cuerpos de agua, así como contribuir a su restauración y saneamiento.
- Implementar una campaña continua de concientización, conservación y reúso del agua.