Aunque las baterías de plomo ácido (LAB, por su sigla en inglés) es una de las primeras tecnologías de baterías, en términos de capacidad energética desplegada y capacidad de fabricación instalada, todavía domina la industria en la actualidad.
Históricamente, el mercado más grande de LAB ha sido el de baterías de arranque para vehículos. Sin embargo, con el aumento de la carga eléctrica en los vehículos modernos y la adopción de las “baterías de arranque” convencionales de 12 V “Stop-Start”, los LAB están evolucionando hacia productos más capaces y de mayor valor.
Según Grand View Research, se espera que las ventas anuales de baterías de plomo ácido en el mundo casi se dupliquen a 84,000 millones de dólares para 2025, impulsando la demanda de plomo.
Por ello, la empresa Aqua Metals destacó que el aumento en la fabricación de LAB en general y particularmente en China, India y el Sudeste Asiático ha incrementado la demanda de plomo, ejerciendo presión sobre las redes globales de reciclaje para satisfacer esta demanda.
Baterías nuevas
El acumulador de plomo ácido es un dispositivo que almacena energía química que es producida por las diversas reacciones electroquímicas de las sustancias que lo componen. Ésta energía química es liberada en forma de energía eléctrica para el encendido del motor de los vehículos automotores.
Las reacciones electroquímicas son reversibles en todo momento, por lo que un acumulador es capaz de recargar su carga nominal haciendo uso del alternador que transforma la energía mecánica en energía eléctrica.
Sin embargo, conforme transcurre el tiempo, el acumulador pierde su capacidad de recarga completa y la energía almacenada es insuficiente para cubrir los requerimientos mínimos exigidos por el vehículo, por lo que el acumulador debe remplazarse por uno nuevo que cubra la capacidad nominal para el vehículo según el fabricante.
Ahora bien, la batería es recargable y está sometida a cargas y descargas constantes. Pero la capacidad recargable de una pieza tenderá a disminuir, de modo que con el tiempo se tendrá que comprar una nueva.
Cuando la batería se descarga poco a poco y la energía acumulada se pierde, en el peor de los casos el vehículo ya no arranca.
Recargar una batería es correcto, bajo ciertas circunstancias y cuando la batería aún tiene vida útil.
Pero cuando no es así o cuando se está en duda y no se cuanta con seguros, es momento de cambiar la batería.