Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una pérdida neta de 346,100 millones de pesos en 2019, un alza de 91.8% interanual.
Ante todo, el gobierno ha estado evaluando medidas para abordar el desarrollo futuro del sector mexicano de petróleo y gas, incluidos los desafíos financieros y operativos que enfrenta Pemex.
Principalmente el aumento de la pérdida neta se explica a que el costo debido a derivados financieros ascendió a 18,500 millones de pesos, debido a la apreciación del dólar estadounidense frente a otras monedas que Pemex cubre. Este efecto fue parcialmente compensado por la utilidad cambiaria registrada bajo la deuda correspondiente.
Además, hubo una ganancia cambiaria de 86,900 millones de pesos, como resultado de la apreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense en el período.
Las divisas ascendieron a 19.6829 pesos por dólar estadounidense al 31 de diciembre de 2018 a 18.8452 pesos por dólar al cierre del 2019. El efecto cambiario se considera un concepto «virtual» y en su mayoría no representa movimientos de flujo de efectivo.
Asimismo, Pemex registró una pérdida integral de 658,100 millones de pesos en 2019, en comparación con un ingreso de 43,000 millones de pesos registrado en 2018. Esto fue el resultado de una pérdida actuarial de 309.500 millones de pesos con respecto a los beneficios de los empleados, derivados de la actualización de la tasa de descuento del 9.29% en 2018 a 7.53% en 2019.
Pemex y deuda
Como parte de su programa de financiamiento para este año, el 21 de enero de 2020, Pemex emitió dos bonos de referencia con vencimiento de 11 y 40 años, respectivamente, por un monto total de 5,000 millones de dólares.
Esta transacción no aumenta el saldo de la deuda de Pemex ya que se trata de una transacción de refinanciación de los vencimientos de este año, reiterando así el compromiso de continuar, por segundo año consecutivo, sin aumentar la deuda de la compañía.
Esta es la primera vez que Pemex logra una refinanciación de 40 años, lo que refleja el amplio acceso a los mercados financieros, así como la confianza de los inversores en las estrategias operativas y financieras de la administración actual.
Los ingresos de Pemex disminuteron 16.5% en 2019, a 74,474 millones de dólares, mientras que la deuda con proveedores escaló 23% a 9,807 millones de dólares.
Finalmente, las reservas para beneficios de empleados crecieron 35%, a 77,305 millones dólares.
