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Zonas francas y puertos francos en Japón

Japón administra zonas francas o de desarrollo industrial de centros logísticos internacionales en el distrito de Naha (anteriormente calificado como zona de libre comercio) y en el distrito de Uruma/Okinawa.

De acuerdo con información de la Organización Mundial de Comercio (OMC), se trata de zonas económicas especiales que se rigen por la Ley de Medidas Especiales para la Promoción y el Desarrollo de Okinawa.

Entre los incentivos que se ofrecen a las empresas nacionales y extranjeras figuran los siguientes: una deducción de 40% del impuesto sobre la renta de las sociedades durante un período de diez años a partir de la fecha de constitución de la empresa (únicamente para las empresas nacionales); una bonificación fiscal de las inversiones; y un sistema de amortización especial.

Zonas francas

Con respecto a los derechos de aduana, se aplica un sistema selectivo y se reduce a la mitad la tasa de la fianza aduanera para los depósitos aduaneros y las fábricas bajo control aduanero, las zonas aduaneras de exposición y las zonas bajo control aduanero integradas.

También se ofrecen diversos incentivos fiscales de ámbito local.

Pueden obtenerse subvenciones de hasta 25% de los gastos de terrenos y construcciones, y de hasta 50% de los gastos de transporte relativos al transporte nacional de materiales hacia y desde la prefectura de Okinawa (se benefician de estas subvenciones las empresas manufactureras).

Además, la Corporación de Crédito para el Desarrollo de Okinawa ofrece préstamos a largo plazo y a bajo interés para las empresas que se establecen en las zonas de desarrollo industrial de centros logísticos internacionales.

Proyecciones

La aseguradora de crédito francesa Coface espera que el superávit de la cuenta corriente de Japón se mantenga en 2022, aunque ligeramente más estrecho, ya que la previsión de una gran balanza de ingresos positiva debería compensar una cuenta comercial negativa.

La tendencia al alza de las rentas de inversión desde mediados de los años noventa, debida a una posición de activos exteriores netos (NFA) cada vez más positiva vinculada al aumento del ahorro de las empresas, ha contribuido a compensar una tendencia a la baja de la balanza comercial (bienes y servicios).

Una recuperación mundial sostenida en 2022 debería apuntalar las entradas de ingresos de inversión de Japón.

La Coface proyecta que la balanza comercial siga siendo deficitaria, ya que la reducción estimada del déficit del comercio de servicios probablemente se vea compensada por un menor superávit del comercio de bienes.

Un repunte gradual de las entradas de servicios relacionados con los viajes, gracias a la relajación de las restricciones fronterizas, y un modesto repunte del turismo internacional deberían mejorar el déficit de los servicios.

Mientras tanto, una mejora continua de la demanda interna impulsaría las importaciones de bienes, lo que pesaría sobre la balanza comercial de mercancías, especialmente cuando el crecimiento de las exportaciones (por ejemplo, de automóviles) probablemente se ralentice en medio de prolongadas interrupciones de la cadena de suministro y escasez de materiales clave.

 

Redacción Opportimes

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