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Represalia a EEUU llega a US$ 30,800 millones por acero y aluminio

Estados Unidos ha recibido medidas de represalia por 30,800 millones de dólares por los aranceles que subió derivados de la Sección 232 por el caso de importaciones de acero y aluminio.

Los aranceles punitivos han sido impuestos por Canadá, La Unión Europea, México, Japón, Rusia, India y Turquía.

Varios de los principales socios comerciales de Estados Unidos han propuesto o están imponiendo aranceles de represalia en respuesta a las acciones de la administración del presidente Donald Trump.

Según el Congreso estadounidense, el proceso de represalia es complejo dados los múltiples niveles de reglas internacionales relevantes y el potencial de acción unilateral, que puede o no adherirse a esas reglas existentes.

Retaliatory Actions by U.S. Trading Partners.

Tanto a través de acuerdos en la Organización Mundial de Comercio (OMC) como en tratados de libre comercio (TLC) bilaterales y regionales, Estados Unidos y sus socios comerciales han acordado mantener ciertos niveles arancelarios.

Esos mismos acuerdos comprenden normas sobre posibles respuestas, incluidos procedimientos formales de solución de diferencias y, en algunos casos, aranceles proporcionales, cuando una parte aumenta sus aranceles por encima de los límites acordados.

Otras excepciones, como los aranceles antidumping, los derechos compensatorios y las salvaguardias, se abordan en la OMC acuerdos.

La mayoría de las medidas de retorsión de los socios comerciales de los Estados Unidos hasta la fecha se notificaron a la OMC de conformidad con el Acuerdo sobre Salvaguardias.

Estas notificaciones de retorsión se suman a las solicitudes de consultas que constituyen el primer paso en los procedimientos de solución de diferencias de la OMC. Además, Japón y Rusia enviaron notificaciones a la OMC, pero ni siquiera incluyeron inicialmente una lista de productos específicos.

Las repercusiones económicas de los Estados Unidos y las acciones extranjeras pueden ser sentidas no solo por los productores nacionales de acero y aluminio, sino también por los fabricantes descendentes u otras industrias objeto de represalias, o por los consumidores.

La respuesta de otros países puede tener implicaciones para la economía de Estados Unidos y el sistema multilateral de comercio mundial. Además, otros países pueden dudar en el futuro de cooperar con los Estados Unidos para abordar cuestiones mundiales, incluida la sobrecapacidad de acero y aluminio, si sus exportaciones están sujetas a los aranceles de las aduanas estadounidenses.

 

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