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¿Qué es “un país, dos sistemas”, entre China y Hong Kong?

Hong Kong ha sido sacudido por meses de protestas en 2019, en el contexto de lo que se ha llamado «Un país, dos sistemas».

Las primeras protestas en abril se provocaron por una nueva propuesta de ley para permitir que los individuos se extraditen de la región a China.

En 2018, China se colocó como el mayor exportador de productos del mundo, con 2.5 billones de dólares, y Hong Kong como el séptimo, con 569,100 millones de dólares.

Desde entonces se ha transformado en una campaña más amplia para preservar la autonomía y las libertades de Hong Kong. La retirada del proyecto de extradición no ha terminado con las protestas y los enfrentamientos entre la policía y los activistas se han vuelto cada vez más violentos.

Reino Unido siempre ha tenido interés en Hong Kong. Fue una colonia británica desde 1842 hasta que el Reino Unido transfirió la soberanía sobre Hong Kong a la República Popular de China en 1997, después de lo cual se convirtió en una Región Administrativa Especial de China.

En preparación de la entrega, en 1984 Gran Bretaña y China acordaron la Declaración conjunta sobre la cuestión de Hong Kong.

Un país, dos sistemas

La Declaración conjunta establece que la Región Administrativa Especial (RAE) de Hong Kong estará directamente bajo la autoridad de la República Popular de China, pero disfrutará de un «alto grado de autonomía» y sus sistemas sociales y económicos y su estilo de vida permanecerán sin cambios durante 50 años. Estos están consagrados en la Ley Básica de Hong Kong.

Sin embargo, según un análisis del Parlamento de Reino Unido, en los últimos años ha habido una creciente preocupación por el principio «Un país, dos sistemas», en el que Hong Kong es parte de China pero tiene sistemas legales y económicos separados, y se está erosionando constantemente.

El Gobierno del Reino Unido ha catalogado tales temores en sus informes semestrales sobre Hong Kong, al igual que el Comité de Asuntos Exteriores en informes sobre Hong Kong y China en 2015 y 2019.

“Las protestas de 2019 reflejan temores de que la autonomía y las libertades de Hong Kong están en riesgo”, indica el análisis.

El documento histórico

La RAE de Hong Kong que estará «directamente bajo la autoridad» del Gobierno Popular Central de la República Popular de China.

El RAE «disfrutará de un alto grado de autonomía, excepto en asuntos exteriores y de defensa que son responsabilidad del Gobierno Popular Central». Las leyes actualmente vigentes permanecerán básicamente sin cambios, con el RAE investido de «poder judicial, ejecutivo y legislativo independiente, incluido el de la adjudicación final».

Asimismo, los sistemas sociales y económicos actuales permanecerán sin cambios durante 50 años después de la entrega, al igual que sus derechos, libertades y estilo de vida existentes.

Explícitamente, esto incluye los derechos y libertades de la persona, del habla, de la prensa, de la asamblea, del viaje, del movimiento, de la correspondencia, de la huelga, de la elección de la ocupación, de la investigación académica y de las creencias religiosas.

Además, el Gobierno estará compuesto por «habitantes locales» con el Director Ejecutivo designado por el Gobierno Popular Central «sobre la base de los resultados de las elecciones o consultas que se celebrarán localmente».

Finanzas y capitales

El RAE mantendrá el estado de un puerto libre y un territorio aduanero separado. La Declaración protege la propiedad privada y la inversión extranjera y establece que el RAE «retendrá el estado de un centro financiero internacional» con finanzas independientes.

También el RAE puede desarrollar y concluir acuerdos con estados, regiones y organizaciones internacionales relevantes y emitir documentos de viaje para entrar y salir de Hong Kong.

 

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