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Estados Unidos quiere distintos niveles de reglas de origen para autopartes

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Estados Unidos confirmó que quiere establecer distintos niveles de contenido regional en las reglas de origen para autopartes como parte de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En la cuarta ronda, Estados Unidos presentó una propuesta que eleva a un rango de entre 72.5 y 85% el contenido regional para autopartes, desde un intervalo presente de entre 50 y 62.5 por ciento.

Este posicionamiento fue revelado a principios de año en un reporte elaborado por John Holmes y Brendan Sweeney, del Centro de Investigación de Política Automotriz (APRC, por su sigla en inglés), y financiado por el gobierno de Canadá.

El miércoles, la agencia Bloomberg informó que la propuesta estadounidense distinguiría la regla de origen entre diferentes autopartes, al agruparlas en cinco categorías.

También en la cuarta ronda, Estados Unidos presentó una propuesta que eleva de 62.5 a 85% el valor de contenido regional para automóviles, y de esta última tasa, 50% debía ser estadounidense, aunque esta acotación de contenido nacional fue eliminada aparentemente de la mesa de negociaciones.

En el TLCAN, las normas de origen que afectan a los vehículos y partes se establecen mediante un método destinado a garantizar un determinado porcentaje del valor de un producto manufacturado (determinado por el costo de insumos, mano de obra y otros costos directos de las operaciones de procesamiento) originado en América del Norte.

Esta prueba de contenido de valor regional implica ecuaciones específicas para determinar el valor de los materiales de origen, el valor ajustado del producto, el valor de los materiales no originarios y otros costos, como las operaciones de procesamiento y el envío.

La administración Trump ha indicado que buscaría reglas de origen más estrictas. En los objetivos de negociación de la Representación Comercial de la Casa Blanca, la administración declara que «garantizaría que los beneficios del TLCAN se destinen a productos genuinamente fabricados en los Estados Unidos y América del Norte».

Algunos observadores señalan que el endurecimiento de las normas de origen sería costoso para los consumidores e introduciría ineficiencias para las empresas, lo que también podría hacer que los bienes producidos en América del Norte sean menos competitivos en los mercados mundiales de exportación.

Otros afirman que es engorroso cumplir con complejas reglas de origen que pueden aumentar los costos del comercio. Sostienen que estos costos administrativos adicionales podrían llevar a las empresas a no aprovechar las preferencias arancelarias del TLCAN, sino más bien a importar productos a través de aranceles de nación más favorecida (NMF). En particular, esto podría ser cierto para las pequeñas empresas, ya que pueden carecer de conocimiento sobre el sistema de certificación del TLCAN.

Este pacto comercial desmanteló todos los aranceles sobre las importaciones de automóviles entre los tres países, siempre que cumplieran con los requisitos de las normas de origen del 62.5% de contenido para automóviles, camionetas, motores y transmisiones, y 60% para todos los demás vehículos y partes automotrices.

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