El peso cerró la sesión con una depreciación de 1.05% o 19.9 centavos, cotizando alrededor de 19.15 pesos por dólar. La depreciación del peso ocurrió en una jornada de debilidad para las divisas de economías emergentes, principalmente la lira turca que registró una caída de 2.88%, acumulando un retroceso semanal de 10.83%, pues se especula que el Banco Central carece de autonomía, por lo que no han subido su tasa de interés de referencia a pesar de que existen riesgos inflacionarios.
El peso argentino también registró una fuerte depreciación durante la sesión, perdiendo 13.44% y acumulando una caída de 24.76% en la semana, tocando un nuevo máximo histórico de 41.36 pesos argentinos por dólar. La caída del peso ocurre un día después de que el presidente Mauricio Macri anunció que el Fondo Monetario Internacional les otorgará los recursos necesarios para evitar caer en un incumplimiento de la deuda durante el resto de 2018 y en 2019, como parte de un crédito de rescate aprobado en junio por 50 mil millones de dólares. Lo anterior no logró dar confianza al mercado, depreciando al peso argentino en más de 7% en la sesión del miércoles.
Para frenar la especulación en contra del peso argentino en un escenario en que la inflación ha subido de 25.5% a 31.2% en tres meses, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió hoy subir la tasa de interés en 1,500 puntos base a 60%, apenas tres semanas después de que subiera la tasa de interés de 40% a 45%. Debido a las perspectivas económicas para Argentina son negativas, es poco probable que la mayor tasa de interés sea suficiente para evitar una caída mayor del peso argentino.
El peso y Europa
Es importante señalar que normalmente el peso mexicano no sigue al peso argentino, pues Argentina tiene problemas macroeconómicos graves desde hace años. En contraste, la moneda nacional sí se ha visto afectada por el desempeño de la lira turca pues, a diferencia de Argentina, que parece adentrarse en una nueva crisis económica, en Turquía existe una crisis de credibilidad con posibles repercusiones para el sector financiero de Europa y para la estabilidad geopolítica de la región.
Estacionalmente el peso mexicano tiende a perder terreno durante septiembre, depreciándose a una tasa promedio de 1.53% durante los 18 años anteriores y 2.22% si se toma en cuenta desde 2014 a 2017. Sin embargo, en los últimos tres años de elecciones presidenciales el peso ha tendido a permanecer estable durante septiembre, perdiendo en promedio sólo 0.2%. Además, debido a las depreciaciones del peso sucedidas en agosto por eventos no asociados a México, como la crisis turca, el peso podría recuperarse en septiembre de este año, siempre y cuando se logre un acuerdo trilateral cuyos detalles pongan fin a la incertidumbre sobre el futuro del TLCAN.
En las próximas horas los participantes del mercado seguirán atentos a los avances que se puedan anunciar sobre la integración de Canadá a un nuevo acuerdo trilateral.
Guerra comercial
Cabe agregar que, durante la sesión, circuló en medios que la siguiente semana Donald Trump planea anunciar nuevos aranceles por 200 mil millones de dólares a importaciones de China, lo cual elevó la aversión al riesgo, particularmente en los mercados de capitales. El S&P 500 cerró con un retroceso de 0.44%, mientras que el Dow Jones registró una caída de 0.53%. Es probable que durante la sesión asiática, los mercados de capitales de Japón y China se vean afectados por la amenaza de nuevas medidas proteccionistas en Estados Unidos.
Durante la sesión, la paridad peso-dólar alcanzó un mínimo de 18.9319 y un máximo de 19.1951 pesos por dólar. El euro-peso alcanzó un mínimo de 22.1661 y un máximo de 22.3587 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta. Por su parte, el euro tocó un mínimo de 1.1642 y un máximo de 1.1718 dólares por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.1550 pesos por dólar, 1.3015 dólares por libra y en 1.1672 dólares por euro.
Gabriela Siller; PhD
Director de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE
