Camimex: empresas de la minería no aprovecharon el alza de precios
La industria minera de México no logró aprovechar plenamente la recuperación en los precios de los metales, afirmó la Cámara Minera de México (Camimex).
De acuerdo con su reporte anual, las empresas contribuyeron a mejorar sus márgenes de operación. Permitieron que la mayor parte de las minas que estaban en receso y mantenimiento, se hayan reincorporado gradualmente a la producción en 2017-2018. Incluso lograron que se hayan aprobado algunos proyectos “greenfield” importantes.
En 2018, la cotización promedio del molibdeno se incrementó en 45%, y la del cobre subió en 6 por ciento.
Mientras, el zinc y el oro tuvieron una incipiente ganancia del 1% cada uno, partiendo de una base alta en 2017. Por otro lado, el precio de la plata cayó en 8% y el del plomo, así como el fierro, en bajaron 3 por ciento.
Pese a la recuperación de los precios en 2018, si se toma como referencia 2011, uno de los años con precios más altos para la mayoría de los metales, el bismuto disminuyó 58%; la plata 55%; el molibdeno 24%; el oro 19%; y el plomo 6%; mientras que el zinc es el único que mostró un crecimiento notable del 34 por ciento.
“En términos generales, se observó que se mantiene una atmósfera de optimismo cauteloso en la industria extractiva en un entorno en el que los mercados de algunos metales están cerca del balance y otros aún son deficitarios”, dijo la Camimex.
La Camimex y el entorno
Al mismo tiempo, la mayoría de las compañías se encuentran en mejores condiciones. Tras varios años de aplicación de medidas de saneamiento financiero y control de costos, las cargas de deuda son menos onerosas. Asu vez, los términos de acceso a los mercados financieros y de capitales son más favorables.
Aun así, se mantiene el énfasis en la eficiencia operativa y disciplina de capital. Inclusive aquellas compañías con intenciones de retomar la ruta del crecimiento, encontraron dificultades para materializar sus planes.
La Camimex concluyó que varios años de precios bajos, la madurez que alcanzaron algunas minas en operación y la caída en las leyes se tradujeron en medidas restrictivas, sobretodo una baja inversión en exploración, que limitaron el desarrollo de nuevos proyectos en el corto y mediano plazo.
