[themoneytizer id="51423-1"]
AutomotrizIndustria

Está en juego la principal industria multiplicadora de empleos de México: la automotriz

pleca

La sexta ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) será crucial para la principal industria generadora de empleos en México: la automotriz.

De acuerdo con el Consejo de Política Automotriz de Estados Unidos (AAPC, por su sigla en inglés), la plantas de ensamble del sector son las que tienen el mayor efecto multiplicador en los empleos.

Otras industrias destacadas en este indicador son, en orden descendiente: la producción de energía y electricidad; la automotriz en general; la minería; la petroquímica, los plásticos y la química; electrónica; de metales básicos, y del transporte.

El pasado 9 de enero, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, indicó que a América del Norte le conviene un fortalecimiento de las reglas de origen, en particular del sector automotriz. Aunque no ofreció detalles de porcentajes para contenido regional, dejó en claro que existe la disposición para seguir negociando sobre las demandas hechas por Estados Unidos en la cuarta ronda.

Una forma de medir la contribución económica de una industria es considerar la cantidad de trabajadores que emplea a través de sus propias operaciones, sus proveedores y las demás empresas locales a las que da soporte. Los economistas se refieren a esto como un «multiplicador de empleos» del sector.

En términos generales, el multiplicador de un sector crece en relación con su cadena de suministro: el número y los costos de los insumos que entran en sus productos.

“Debido a que la cadena de suministro de automóviles es tan grande, los trabajos de los fabricantes de automóviles tienen el mayor multiplicador entre las principales fuentes de empleos en Estados Unidos”, dijo la AAPC, en un reporte.

La cadena de valor automotriz (desde investigación y el desarrollo hasta los proveedores, las plantas de ensamblaje y los concesionarios) respaldan otros empleos en la comunidad.

La AAPC usa su propio Modelo de Impacto Económico Regional (REMI), personalizado, considerando datos de empresas propietarias sobre empleo y compensación (por región), así como datos disponibles públicamente sobre inversiones de capital.

El modelo genera estimaciones de la contribución económica asociada con las operaciones de fabricación. El modelo REMI ha sido utilizado por los fabricantes de automóviles, sus grupos comerciales y los legisladores durante más de 20 años.

“Tenemos que ser sensibles a que cada quien (cada negociador) va a buscar colgarse una medalla dentro de sus objetivos y ahí, sin duda, la solución pasa por una regla de origen fortalecida en el contenido regional automotriz, hoy es de 62.5%”, dijo Guajardo.

Estados Unidos pidió en la cuarta ronda de negociaciones que los automóviles importados por Estados Unidos desde México y Canadá tengan 50% de contenido estadounidense y 85% de contenido de los tres países, además de que se obligue al rastreo del origen del 100% de las piezas.

“Lo más importante es también entender que la lista de trazabilidad de algunos componentes automotrices tiene que ser repensada con las nuevas tecnologías para mandar las señales adecuadas de fortalecimiento de las cadenas de valor en América del Norte”, agregó Guajardo.

Las reglas de origen del TLCAN y otros Tratados de Libre Comercio ayudan a garantizar que los beneficios de esos acuerdos comerciales se otorguen únicamente a los bienes producidos por las partes signatarias y no a los bienes fabricados total o parcialmente en otros países.

Si una importación en Estados Unidos no cumple con los requisitos de las normas de origen del TLCAN, ingresará a los Estados Unidos bajo otro programa de importación.

Publicidad
loading...
[themoneytizer id="51423-1"]
Mostrar más
Botón volver arriba