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Energía

AMLO entrega propuesta sobre energía en el TLCAN

Quiere un capítulo específico

El equipo del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hizo una propuesta sobre el sector de la energía en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Los cambios planteados tienen el objetivo de «gestionar la privatización en curso de los recursos energéticos de México» y crear un capítulo específico para regular la industria de la energía.

En la mayoría de los sectores, el TLCAN eliminó importantes barreras de comercio e inversión y aseguró protecciones básicas para los inversores del TLCAN.

El acuerdo, sin embargo, incluyó excepciones y reservas explícitas específicas de cada país.

En el capítulo de energía del TLCAN, las tres partes confirmaron el respeto por sus constituciones. Esto fue de particular importancia para México y su Constitución de 1917, que estableció la propiedad nacional mexicana de todos los recursos de hidrocarburos.

En virtud del TLCAN, el gobierno mexicano se reservó para sí actividades estratégicas, incluidas inversiones y provisiones en tales actividades, relacionadas con la exploración y explotación de petróleo crudo, gas natural y petroquímicos básicos. México también se reservó el derecho de proporcionar electricidad como un servicio público dentro del país.

A pesar de estas exclusiones del TLCAN, la energía sigue siendo un componente central del comercio entre los Estados Unidos y México.

Fuentes anónimas dijeron al medio estadounidense Inside U.S. Trade que los miembros del equipo negociador de López Obrador presentaron la semana pasada la propuesta en ambos sentidos, generando un nuevo irritante en las negociaciones.

Jesús Seade, el principal negociador comercial de AMLO, se reunió este martes con funcionarios de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.

Durante una entrevista en julio, Seade defendió lo que algunos han caracterizado como la posición energética de «México primero» de López Obrador.

Seade expuso que la posición del Presidente electo solo buscaba «revisar» los contratos de energía «para cualquier caso de corrupción», de modo que todos los contratos actuales con las compañías estadounidenses serían «absolutamente» honrados, pero los negocios energéticos serían reexaminados para garantizar «que no haya nada ilegal».

Inicialmente, México pidió incluir un capítulo de energía como parte de las negociaciones para actualizar el TLCAN, pero posteriormente se habría acordado establecer las disposiciones vinculadas en distintos capítulos.

En el TLCAN vigente, el gobierno mexicano se reservó para sí actividades estratégicas, incluidas inversiones y provisiones en tales actividades, relacionadas con la exploración y explotación del petróleo, el gas natural y los petroquímicos básicos. También el derecho de proporcionar electricidad como un servicio público dentro del país.

Se espera que en la renovación del Tratado, este tema se relacione con el de inversión y con el de empresas comerciales del Estado. Este último también sería una incorporación nueva en el TLCAN.

En las renegociaciones, Estados Unidos podría tratar de asegurar las recientes reformas energéticas de México, obtener un mayor acceso al sector petrolero de México y mejorar la cooperación bilateral en materia de producción y seguridad energética.

Grupos de la industria estadounidense han pedido a la Casa Blanca que se utilice el llamado mecanismo conocido como “Ratchet” del TLCAN con respecto a las reformas energéticas de México, lo que evitaría que las reformas se reviertan y otorgaría protección a los inversores estadounidenses.

Con respecto a Canadá, los negociadores pueden abordar una disposición llamada de «proporcionalidad» contenida en el capítulo actual de energía del TLCAN. Ésta dispone que una restricción interna a las exportaciones de energía canadiense no puede reducir la proporción de exportaciones dirigidas a Estados Unidos.

 

pleca

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